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Opinión

Radiografía de un feudo: la Formosa de Gildo Insfrán

El gobernador peronista de Formosa, Gildo Insfrán, niega de forma rotunda y que su gestión haya cometido violaciones a los Derechos Humanos (DDHH) durante la administración de la política sanitaria contra del Covid-19.

Dice ser víctima de una campaña de la oposición a la que vence de modo rotundo desde que llegó a la vicegobernación de su distrito en 1987, y sobre todo desde que en 1995 es electo gobernador de modo ininterrumpido.

También involucró en el complot a los medios. Lo apoyó el Partido Justicialista (PJ). Y por ende el Poder Ejecutivo (Alberto y Cristina). Los denunciantes de la falta de libertades en esa provincia y otras vejaciones son ciudadanos formoseños que testificaron ante la Justicia nacional y en expediente elevados a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

En el caso también pidió resoluciones Amnistía Internacional. Dirigentes multipartidarios. Intelectuales. Miembros de la Iglesia Católica Argentina. Pastores evangélicos formoseños. Y líderes de las comunidades aborígenes QOM y Wichí. Insfrán sabe que quien ejerce el poder goza de privilegios. Pero también paga costos.

Los escándalos de la Formosa bajo mano dura en pandemia seguirá desarrollándose. Legisladores de la oposición parlamentaria visitarían Formosa durante esta semana, tras la inspección que hizo en el territorio el Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti, quien minimizó las denuncias contra el régimen del caudillo de norte.

Pero hay sospechas más severas que sobrevuelan su gestión.

Como los posibles vínculos con casos de narcotráfico a gran escala.

Insfrán nunca fue acusado en la Justicia de ser parte de bandas que trabajaban en delitos con el negocio de la droga en la provincia. Y tampoco fue imputado en expedientes de contrabando en ese gran territorio en el que todo lo sabe.

La ex legisladora Elisa Carrió, jefa de la Coalición Cívica y líder de la alianza Juntos por el Cambio, fue la primera que pidió la intervención de Formosa por las denuncias de violaciones a los DD.HH.

En diálogo con Clarín, amplió sus acusaciones contra Insfrán: "En Formosa controla todo. El contrabando en las fronteras con Paraguay. Y está involucrado en el tráfico de drogas a través de su entorno".

La ex ministra de Seguridad de la gestión presidencial de Mauricio Macri, Patricia Bullrich, le describió a este diario cuál fue su experiencia con la Formosa de Insfrán: "A diferencia de otras provincias, cuando fui ministra de Seguridad era casi imposible trabajar con Insfrán. Impedía coordinar las investigaciones entre las fuerzas de seguridad nacionales y la policía formoseña. Quería controlar lo que pasaba en las fronteras. Comprobamos varios casos que gente de su entorno político que estaba comprometida en el negocio de la droga".

Las denuncias sobre los lazos entre la numerosa familia Insfrán y el narcotráfico nacen, sobre todo, entre integrantes de ese mismo clan.

En el 2016, el ex cuñado de Insfrán, Gert Erik Baldús -la ex esposa del gobernador es Teresa Baldús-, publicó una solicitada en un medio de prensa formoseño en la que narró cómo la casa de una de sus hijas fue saqueada por desconocidos; mientras que al poco tiempo anónimos balearon la camioneta de uno de sus hijos; hasta que el clímax del drama llegó cuando, siempre según Bladús, una banda de "sicarios con acento centroamericano" tomó como rehenes a la madre de sus hijos en su casa, en la que estaba con amigos y parientes, los golpearon de modo salvaje, los vejaron, pidiéndole una cifra muy importante de dinero sobre la venta de droga de la que los Baldús aseguraron en la Justicia no tener nada que ver.

En su solicitada, el cuñado de Insfrán apuntó a su familia política que se dedicó a la política por lo sucedido. Está peleado hace años con el Gobernador: ""Formoseños, somos del interior, familia clase media; no tenemos relación alguna con familiares de Formosa, ni con mi excuñado Gildo Insfrán, y mucho menos, con el Gobierno de la provincia".

Baldús afirmó que todo le daba miedo: "Mi familia está quebrada, temerosa, pensando en salir de este lugar tan peligroso, donde nada pasa después', todo queda en la nada, y preguntando, "para quién es el mensaje" - "¿otro caso que quedará en el recuerdo?". ¡¡FORMOSA, LA HERMOSA... SE INCENDIA!! EL QUE QUIERA OIR, QUE OIGA...".

El caso permanece impune.

El programa PPT, de Jorge Lanata, emitido por canal 13, contó esa historia y el periodista Ignacio Otero entrevistó a Baldús.

Ese mismo informe televisivo, reveló en el 2016, en un campo de Formosa que había comprado Javier Ávalos, esposo de una sobrina de Insfrán, llamada Liliana Mabel Tijera Insfrán, se habían detectado en el año 2008 cargamentos de decenas de kilos de efedrina, precursor químico para fabricar drogas. La Justicia señaló en un principio, como dueño de esa droga que luego viajaba a México, al ex traficante Ibar Esteban Pérez Corradi.

Ávalos, el pariente de Insfrán dueño de esos terrenos con historia, montó luego una empresa transportista. En el 2016, uno de los camiones de esa compañía pujante fue detenido por fuerzas policiales. En principio, a simple vista, transportaba zapallitos. Detrás de la verdura había más verde: 200 toneladas de marihuana.

Insfrán dijo que a su sobrina casada con nunca la veía.

La casualidad trágica habría provocado, siempre según las defensas del peronismo formoseño, que en ese mismo 2016 otro sobrino de Insfrán, Pedro Kunz, haya sido detenido en la ciudad de Rosario con 4 kilos de cocaína. Kunz estaba acompañado por el hermano de la asesora legal del municipio de Laguna Blanca, el lugar de nacimiento de Gildo Insfrán, la misma ciudad en la que fue atacada la familia de su cuñado por profesionales de la violencia que buscaron de modo equivocado dinero del narcotráfico.

Años después, en el 2010, la Gendarmería Nacional avanzó en una pesquisa sobre un campo propiedad de un concejal de la localidad Formoseña de Estanislao del Campo, un dirigente fiel a Insfrán llamada Héctor Palma. Se encontraron 700 kilos de cocaína y una pista de aterrizajes de aviones clandestinas. Palma dijo que había alquilado su propiedad, pero nunca mostró el contrato de alquiler. Como si no fuera inocente, además, fue detenido después de fugarse. La Justicia lo condenó por narcotráfico. Palma, además de defenderse a sí mismo, defendió a su jefe político, Insfrán: "No tiene nada que ver con esto", soltó ante periodistas mientras era llevado a un calabozo.

¿Por qué Insfrán podría ser sospechado de acopiar 700 kilos de cocaína en un campo en el que podía aterrizar aviones?

Extraña defensa de Palma a quien no debería ser vinculado con él.

Hay muchas más historias, del pasado reciente, similares a estas tramas de narcopolítica en una provincia dominada totalmente por el PJ de Insfrán.

Una más, entre muchas: también en el 2016, un funcionario del ministerio de Economía de la gestión de Insfrán, llamado Pedro Ramón Bareiro, fue detenido cuando la policía quiso ayudarlo a sacar a su camioneta 4x4 que había caído en un zanjón sobre una ruta cercan a Monte Lindo. Sorpresa: el conductor y su familia fueron descubiertos ocultando cajas en la maleza. Eran 51 kilos de cocaína. Y la camioneta no era de Barreiro. Estaba a nombre de la Dirección de Compras y Suministros del Ministerio de Economía, Hacienda y Finanzas de Formosa.

Insfrán niega todo vínculo con el crimen organizado y la Justicia le da la razón.

El Poder Judicial formoseño fue cooptado por el PJ desde el inicio mismo del ascenso al poder real de Insfrán.

En 1999, el jefe del PJ del Norte debió operar en la Justicia para que se le permitiera una primera reelección como gobernador debido a que en un período anterior había sido vice, por lo que tenía vedada la chance de seguir en el Poder Ejecutivo.

Tras una feroz disputa política, Insfrán logró un primer fallo favorable dictado por el Supremo Tribunal de Justicia de Formosa.

Pero sus opositores interpusieron nuevas medidas.

Un de los miembros de ese tribunal, Carlos Gerardo González, podía igualmente dar lugar a otra medida que frenaría el proyecto del gobernador.

Fue denunciado por un legislador peronista. En una medida única para el Derecho, el juzgado inferior de Arturo Ceferino Arroquigaray creyó seria la denuncia que aseguraba que González se había "adueñado" del expediente sobre la reelección de Insfrán.

El magistrado del Supremo Tribunal Superior no pudo decidir sobre el tema.

Fue encarcelado.

En esos tiempos de intensa discusión por la insistencia de Insfrán de permanecer en el poder, una sesión de los diputados provinciales formoseños terminó a las piñas.

Insfrán clausuró la Legislatura.

Ese año ganó las elecciones.

Reformó la Constitución de Formosa.

Quería ser reelecto para siempre.

Ganó en el 2003. 2007. 2011. 2015 y 2019.

Nunca vivió una crisis como la actual.

Nicolás Wiñazki

Argentina Dictadura Pandemia politica señores feudales

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