Que una atea militante cuestione la espontaneidad religiosa de fieles que solo ven la esperanza del perdón, la reconciliación y el amor entre hermanos, habla a las claras de la clase de dirigentes que tenemos en Catamarca. El kirchnerismo, en la figura de Cecilia Guerrero y Lucía Corpacci, y de todos quienes las apoyan explícitamente en las redes sociales, con comentarios soeces y agraviantes al señor obispo, ofenden gravemente a la feligresa que se inspiró en la reconciliación y en el mandamiento del amor para concretar el manto; a la artista costurera que trabajó incansablemente durante 15 días para plasmarlo, con sus inaceptables diatribas, sin lugar a dudas representan a Lucifer, el ángel caído y lo peor de la condición humana.

Es necesario que las militantes del moralismo vacuo, tengan plena conciencia que, por su desubicación manifiesta, sumieron en el sufrimiento innecesario a miles de feligreses catamarqueños, que vieron empañada la Fiesta Mariana por dos impresentables de la casta política. Aborteras defendiendo falsamente a la Virgen del Valle y atacando al Obispo. ¡Doble moral e hipocresía total!

Cecilia Guerrero es atea militante y cualquier opinión que esgrima sobre el manto de la Virgen del Valle con la figura del presidente abrazando al Sumo Pontífice es propia de una hipócrita. ¡En su muro de Facebook tuvo el tupé de afirmar “Parece un chiste, ¡pero dolorosamente no lo es! Sólo en el mundo "urbanc" , estas cosas pueden suceder: el manto de la Virgen bordado con la imagen del autor de la frase "es el representante del maligno en la tierra", con la que descalificara al Papa Francisco, Jefe de la misma Iglesia de la que el Obispo es dignatario. ¡Nunca nadie se animó a tanto!

Un agravio gratuito al señor Obispo Urbanc, la máxima autoridad religiosa de Catamarca, que sólo procedió a bendecir un manto surgido de la promesa de una fiel y de una artista costurera que supo interpretar el profundo sentimiento espiritual de su creación, co-creación con Dios. El prelado, en cuanto a su condición de pastor, apacienta a sus ovejas y ante un pedido concreto de los fieles debe actuar y la forma adoptada fue la bendición litúrgica.

El insulto de la ex presidente de la Cámara de Diputados fue contra el Obispo Diocesano y todo el pueblo de Dios, porque la bendición litúrgica, que actualiza, a su nivel, el Misterio pascual de Cristo, se inscribe en el marco de oración cristiana, en cuanto expresión de la acogida y acompañamiento de la Iglesia en favor de todos los hombres, la cual implora la gracia del Espíritu Santo que, por medio de Cristo, desciende del Padre. La explicación viene al caso para que se tome real conciencia de la magnitud del agravio a la institución religiosa.

En igual sentido, la ex gobernadora de Catamarca y actual Senadora Nacional, utilizó las redes para injuriar la figura del Obispo Urbanc, afirmando “Entre indignación y profunda tristeza...Sr. obispo no mezcle política con la Virgen de todos los Catamarqueños.” Que poca memoria tiene la señora que se olvidó la existencia de un manto de la Virgen del Valle bordado con su figura, la de Raúl Jalil y la de Gustavo Saadi. Muertos en el placar o doble moral, según sea la ocasión para obtener la tajada política, que en realidad es una calumnia.

Lo mismo que hace Guerrero en las redes, obvio que se pusieron de acuerdo, enjuician al Señor obispo fuera de contexto. Lucía Corpacci también es una hipócrita de doble moral, que dice defender la figura de la Virgen del Valle y su manto, cuando votó favorablemente la interrupción del embarazo. Donde se ha visto una abortista militante atacando al Obispo y defendiendo una figura sagrada que al mismo tiempo ataca con sus pecaminosos actos, que por otra parte son públicos. Pero ya nada de Corpacci nos asombra, pues hace unos pocos días fue la peor noticia a nivel nacional cuando realizó declaraciones antisemitas que la DAIA repudio enérgicamente por tratarse de expresiones prejuiciosas contra el rabino Axel Wahnish, propuesto para ocupar el cargo de embajador argentino en el Estado de Israel.

Que cada uno de los lectores saquen sus conclusiones.