"La señora quiere hablar, nos quiere decir algo". Hay que hacerle una entrevista porque "están pasando cosas muy graves" y "Raúl no puede hablar", no le conviene, porque están buscando los fondos que nos sacó Sergio, entonces su rol de opositor, como cualquier gobernador peronista que tiene que convivir con el enemigo, es permanecer callado y en lo posible transar, como lo intentó hacer despues de la reunión con Milei y el resto de los gobernadores.

Se les terminó la fiesta y saben que el ayuno durará 4 años. Una eternidad para cualquier peronista acostumbrado a la dádiva y al clientelismo y lo peor, al retorno en la obra pública. Ellos saben que Milei no es del "palo" de la política, que eso se terminó. Entonces se complica la convivencia... entre Nación y Provincia y aparecen "nuevas estrategias". En realidad son básicos. Nótese el papel de bueno (Jalil) y el rol de mala (Corpacci). Esta semana quedó en evidencia. Ese es el jueguito que se viene, que por supuesto todos conocemos.

Aquellos, son los posibles diálogos o monólogos o pensamientos que pueden suceder en una redacción donde “ella” lo es todo, incluso la existencia misma del diario. Es decir que la señora sólo puede aparecer en ese diario, entonces la entrevista no es tal, es una opereta armada, parecida a la que le escondieron a Ledesma, que se fue de boca en un parte de prensa trucho que levantó éste mismo medio y después borró. Ellos crean diarios digitales para decir lo que se les canta y lo hacen sin disimulos. Pero lo cierto es que son berretas, arteros.

En una entrevista en el Diario El Esquiú, pobre Fray Mamerto, si el Beato supiera que el peronismo usa su nombre para cometer fechorías políticas, moriría de nuevo. Es una aberración que el diario se siga llamando igual que el beato, es una falta de respeto total, porque lo "usan" para hacer y decir cualquier cosa. El periodismo es otra cosa. Manchan una noble profesión en pos de una militancia que da asco.

¿Qué dijo en “la entrevista”? Que siente mucha preocupación por el decreto (DNU de MIlei), que obviamente no leyó ni va a leer, al igual que muchos argentinos de mala voluntad, que salen a protestar sin saber de qué estamos hablando. Dice Corpacci que el DNU de Milei afecta a muchos argentinos. Señora trate de dar más precisiones porque si no vamos a pensar que es una irresponsable, que habla por hablar o porque el aire es gratis.

El populismo que ella sostiene nos llevó a la ruina. Argentina está padeciendo una crisis profunda, que, por supuesto ella ignora, claro vive en una casa confortable, y tiene un nivel de vida infinitamente superior al que tenía cuando era médica del Hospital San Juan Bautista. Ahora, la señora es multimillonaria y aseguró la existencia de varias generaciones futuras de su familia y amigos. Es capitalista existencial y socialista-chavista del pico para afuera. Entonces repite como lorito los relatos inconsistentes que no vale la pena citar, porque los conocemos todos.

Lucía Corpacci es casta pura, tan casta política que no sabe de cuál de todas las jubilaciones de privilegio va a elegir para su retiro. Dos veces gobernadora, diputada nacional, senadora nacional y más. Es decir que nunca trabajo en serio. Bueno “trabajó” de política, pero eso no es un trabajo genuino sino un servicio a la comunidad. Pero para el kirchnerismo hacer política es un trabajo. ¡Por favor! Busquen otro trabajo porque en política son horribles, nos llevaron a la hiperinflación sin escalas. El gobierno de Alberto Fernández se dedicó a romper la república, la moneda, las instituciones, la salud, la economía, la seguridad, la defensa, la justicia, rompieron todo, lo lograron.

Señora déjese de joder, usted y sus adláteres son una corte de fracasados sin autoridad moral para emitir sonidos políticos y menos para opinar de un gobierno que hace sólo 15 días que está gestionando. Opinar sin saber es una falta de respeto a la opinión pública, opinar sin autoridad moral es propio de las malas personas. En serio, llámese a silencio. Y aproveche su tiempo para estudiar la Constitución Nacional hecha por radicales y peronistas en 1994 y que ahora se les vuelve en contra. No leyó el DNU y tampoco la exposición de motivos de la Asamblea Constituyente de 1994. No leyó nada y sale a opinar, claro, en el único diario que puede. El diario de su influencia, por historia y por evidencias, públicas y notorias.