En un año cargado de novedades y con varios sillones en apariencia vacios, comenzó la danza de candidatos, todo en un clima de mediocridad que asusta.

Mientras no hay nada definido con respecto a quien ocupará el sillón de Avellaneda y Tula, en medio de una ola de rumores, qué Corpacci se baja, qué el candidato es Saadi y qué Jalil también se anota, vale recordar que fue el propio esposo de la gobernadora quién infló un globo de ensayo halagando a Gustavo Saadi como posible sucesor de Lucía.

Seguramente el comentario de Angel Mercado debe haber arrancado algún rechazo por parte del equipo de Raúl Jalil y del propio intendente que a ésta altura es por meritos propios el eterno candidato a reemplazar a la Dra. Corpacci.

Es un danza, un baile, un festival de candidaturas. ¿Y la democracia? ¿Y los partidos políticos? ¿Y las convenciones partidarias? ¿Y las plataformas de gobierno? ¿Y los debates? En fin, es una democracia muy particular la de Catamarca. En realizad es la danza del dedo y el serrucho. Nadie habla de ideas, de planes de gobierno, sólo el tema de los candidatos es lo que marca la agenda. Muy triste y sumamente mediocre.  Todas esas preguntas no tienen respuestas, sencillamente porque desde hace mucho tiempo venimos observando una democracia vacía de contenidos.

Raúl Jalil viene preparándose para ser gobernador y su horizonte no se presenta nada fácil por cierto. Y mientras su camino a la gobernación se empantana con los dichos de Mercado, el propio Gustavo Saadi, de quien es muy amigo, salió a defender su imagen y quizás su candidatura. Es posible que al diputado Saadi aun le pese mucho su apellido y la memoria colectiva de un pueblo que no olvida tan fácilmente.

Aun así, el oficialismo tiene un panorama político incierto, pues parece que empiezan a despertarse unos cuantos fantasmas que al parecer no eran tales, como los fondos de las regalías mineras cuyo destino sigue siendo un misterio difícil de revelar, los dineros faltantes de la Ec Sapem, las oscuridades en el manejo de Camyen, la renuncia intempestiva de Musella, los oscuros acuerdos entre Fabricaciones militares y la empresa provincial Camyen sobre la explotación minera de Minas Capillitas, recordando al respecto, la valiente denuncia de la diputada FCyS-Cambiemos Marita Colombo, que hiciera oportunamente.

Nada es transparente en Catamarca. Sabemos de la existencia de minerales valiosos, del cobre, del oro, de la rodocrosita y ahora del litio; conocemos el nombre de la empresas que tienen la explotación minera; sabemos de las regalías; conocemos las leyes, los históricos acuerdos, los filones; sabemos del interés de la mineras en acallar las voces de la verdad; conocemos los legítimos reclamos de los pobladores y de los pueblos originarios por la contaminación de la napas. Sabemos todo, menos donde se aplican los fondos de la actividad económica más importante de la provincia de Catamarca.

Esta situación es la que torna inestable la continuidad de un gobierno que hace agua por todos los frentes; de un gobierno que supuestamente vino a remediar los males del anterior, de un gobierno que en definitiva no ha mejorado un ápice de la calidad de vida de los catamarqueños.

Lo único que queda claro es que la provincia cuenta con un oscuro personaje, un monje negro, que dirime las candidaturas como si él fuera el patrón de la estancia, con el dedo y con el latigo. Y no sólo las candidaturas, los destinos de los dividendos mineros también.