En esos casilleros, repletos de números, porcentajes y proyecciones, se destaca un nombre: Mauricio Macri. Rodríguez Larreta -el jefe de las campañas en la Ciudad y la Provincia- le destinará al ex Presidente tareas diferentes.

Este jueves, Macri almorzó con Rodríguez Larreta en sus oficinas de Olivos para mencionarle los lugares en donde necesita su contribución para entusiasmar a los votantes que reivindican su gestión y el ex presidente también se verá este viernes con Patricia Bullrich, la encargada de seguir las campañas del PRO en el interior del país. Esa aparición en la campaña entusiasmó al equipo que rodea a Macri: "Antes nos pedían que se jubile y ahora nos llaman para que ayudemos en la campaña", le dijo a Clarín con satisfacción uno de los dirigentes que trabaja con el ex Presidente.

En la Capital, Macri compartirá este viernes una actividad con María Eugenia Vidal. En ese caso, la figura de Macri servirá para apuntalar a Vidal en un sector de los votantes de Juntos por el Cambio que suele cuestionarla.

Los "duros", según detectaron las encuestas del equipo de campaña de Vidal, ven en Ricardo López Murphy -que compite con Vidal en la PASO de Juntos por el Cambio- una opción más atractiva que la ex gobernadora bonaerense.

Rodríguez Larreta habilitó como competidor interno a López Murphy para que -sin la opción de Bullrich en la competencia- esos electores pudieran canalizar su enojo con el kirchnerismo dentro de Juntos por el Cambio. Sin embargo, esa habilitación tiene un límite, ya que el Jefe de Gobierno no quiere López Murphy crezca tanto como para preocupar a Vidal en la interna.

Algo similar espera el jefe de Gobierno sobre la primera actividad de Macri en el conurbano bonaerense, que ocurrirá el domingo en 3 de febrero, un municipio controlado por Diego Valenzuela, del PRO.

En la campaña de Diego Santilli eligieron ese lugar porque es uno de los partidos de la Primera Sección electoral, la que desde hace tiempo trae mejores noticias electorales al macrismo y donde el ex presidente mantiene mejor imagen, a diferencia de lo que sucede en el sur y sudoeste del conurbano -la tercera sección- que es el territorio donde se concentra la mayor fortaleza de Cristina Kirchner.

En la semana próxima, Santilli irá también junto a Macri al interior de la provincia de Buenos Aires, donde esperan que el ex presidente aporte fuerzas para una disputa distinta, pero también determinante para las PASO de Juntos por el Cambio, en la que el ex vicejefe porteño enfrentará a Facundo Manes.

En el interior es donde Manes está mejor, y en el búnker de Santilli detectaron que la figura de Macri tiene un atractivo especial para los votantes relacionados con el sector agropecuario. "Hay lugares en donde Macri tiene más imagen positiva que negativa, y eso nos ayuda mucho porque la gente del campo está muy enojada con el kirchnerismo y Mauricio representa bien ese enojo", le dijo a Clarín uno de los responsables de la campaña de Santilli.

Lo más probable es que Macri visite Tandil -su lugar de nacimiento- porque allí mide bien y el peso del voto del campo es indudable. Además, el intendente tandilense, Miguel Lunghi, está apoyando la lista de Manes, con lo cual el nombre de Macri servirá para mover la campaña de Santilli en la zona.

Sin embargo, en la campaña de Santilli analizan también la posibilidad de que Macri visite Junín, donde también el nombre de Macri recolecta votos. Ahí, el estímulo adicional es que Junín es la ciudad más importante de la cuarta sección electoral, un territorio donde Manes aventaja a Santilli en las encuestas y donde Emilio Monzó -el armador macrista que ahora dio al salto hacia la lista que impulsa el radicalismo- tiene una estructura de contactos con buena salud. Será algo parecido a una pequeña venganza de Macri contra su viejo amigo.

Ignacio Miri