Normalidad es el término acuñado por la gente a la que le gusta nombrar al escenario que nos espera cuando termine esta cuarentena.

En el mundo psi el termino normalidad no es aceptado, ya que define una forma de vida según de quién se trate, entonces no debemos generalizar.

Nos gustaría denominarlo: " volver a lo que estábamos habituados y acostumbrados".

Ese futuro, esperamos que sea inmediato, viene acompañado de muchos interrogantes, mucha incertidumbre y muchas preguntas sin respuestas.

En Enredados estamos convencidas, que la manera de ir andando este camino que se nos presentó de repente, va a depender de la capacidad que tenga cada uno de adaptarse a lo nuevo.

En la historia de vida de cada individuo, de nuestros pacientes, como profesionales, podemos tener una idea de las reacciones que puedan tener frente a lo inesperado, y así actuar indicando a cada uno por dónde y cómo, de a poco, irá insertándose en el nuevo mundo.

En la adolescencia y en la adultez joven hay ventajas y desventajas que tenemos que tener en cuenta.

Los jóvenes cuentan con flexibilidad, se adaptan fácilmente, son enérgicos y tienen muchas ganas de reencontrarse con sus pares lo antes posible.

Por otro lado, se frustran rápidamente, están muy ansiosos y poco tolerantes. Por eso es importante ir preparándolos sin apuro, a través de diálogos en familia, terapias, talleres de contención y prevención de situaciones poco felices, entre otras propuestas.

Ayudarlos a esclarecer el miedo a "no sé qué" como a veces expresan, teniéndoles paciencia y brindándoles en casa, un refugio. Donde puedan expresarse, canalizar su angustia y stress.

Proponemos que vayamos avanzando de a poco en nuestras tareas, cuando se pueda salir. Comenzar a hacer pocas actividades por vez. Por ejemplo, iniciar la escuela o la universidad o el trabajo presencial cuando se pueda, pero no sumar inmediatamente otras acciones como talleres recreativos, deportes u otros hobbies.

Esto se explica entendiendo que nuestra psiquis hace unos meses atrás, cuando esta realidad se impuso, sufrió un impacto o un sacudón. Para volver a acomodarse necesita cuidado que no da el paso a paso y atención. Necesitamos volver a confiar en el afuera y en nosotros mismos. Las adaptaciones apuradas tienen consecuencias muy delicadas.

Otro gran tema es la comodidad que muchos ciudadanos encontraron en este modo de trabajar y/o estudiar en casa. Algunos quisieran continuar así, pero no pueden.

Sin preocuparse por la ropa que se van a poner, sin tener calor o frío en la calle, perder el tiempo con el transporte público, los que socialmente presentaban grandes dificultades, les es más calmo no enfrentarse con esa situación y así interminables casos y ejemplos, según de quién se trate.

Nunca fue fácil con o sin pandemia salir de lo cómodo.