En la década del 70 Catamarca estaba convulsionada. Una manifestación frente a la Casa de Gobierno irritaba al Gobernador de Catamarca, Gral. Guillermo Ramón Brizuela. Este hecho fue escrito y llamado "El Catamarcazo ", en la que resultaron heridos jóvenes, en tanto que una chica, Dolores Pacheco, fue muerta.

En esos momentos Pistún (fotógrafo del diario La Unión) con su infaltable cámara fotográfica logró captar la imagen. Los disparos según dicen, partieron desde la escalinata de la Casa de Gobierno. Pistún fue apresado, destruida su cámara y llevado al calabozo por varios días. La documentación fotográfica fue destruida en la vía pública. Pero los represores no tuvieron en cuenta la memoria de este virtuoso periodista, además de fotógrafo, dibujante de caricaturas.

El se propuso dar a conocer al autor material de los disparos, pidió a su familia que le llevaran a la celda el bloc de hojas para dibujos y los lápices. Sentado en asiento de cemento comenzó a recrear la escena, hasta el minino detalle. Así es como el diario La Unión publicó día después una retrato de un señor alto de bigotes y orejas grandes que la gente y los lectores  inmediatamente asociaron a alguien conocido.

El acusado nunca fue llamado a comparecer, inclusive se sentaba en los bares con sus amigos y caminaba por la calle Rivadavia. El Catamarcazo fue planificado  por dirigentes gremiales como Uto Carrizo; Santillán, Scolamiere y algunos profesores, que levantaron escenarios en la Plaza 25 de Mayo y varios oradores, que decían discursos encendiendo las protestas, a ellos se agregaron, policías en actividad que también reclamaban sus haberes adeudados.

Los jóvenes adolescentes tenían en sus manos pequeños palos de paraísos y se acercaron a golpear las puertas de Casa de Gobierno, que se encontraba cerrada y en su interior, el Gral. Brizuela protegido por la Policía Federal. De pronto las puertas se abrieron, los disparos provenían desde la escalinata de la casa de Gobierno, según el relato de un policía retirado de apellido Heredia, domiciliado en calle Maipú pasando Mardoqueo Molina al final, Los dirigentes que debían defender los derechos de los jóvenes heridos, desaparecieron del lugar.

El profesor que escribió el libro, lamentablemente no logró identificar a nadie, seguramente, deben haber eliminado los diarios de esa fecha.

El crimen quedó impune hasta la fecha

A  la muerte de Pistún, un compañero periodista alabó su sátira con los militares. En una entrevista con el diario Ancasti, el periodista Daniel Nieva dijo ”…fue un personaje de la historia contemporánea de Catamarca y en particular, del periodismo catamarqueño y regional con innumerables travesuras gráficas que todos recuerdan plasmadas en los diarios La Unión de la década del 60 y 70 como así también, con sus viñetas corrosivas y ácidas”.

Y seguidamente agregó “en las épocas oscuras, fue el único que caricaturizaba a los militares con patas de caballos con sus herraduras para revelarles el nivel cultural y educativo de los dictadores que estaban a cargo de la provincia de Catamarca….. Sus opiniones reflejadas en las caricaturas le valieron dos detenciones, una en Catamarca, durante el denominado Catamarcazo, y otra en Campo de Mayo, en Buenos Aires.

Nieva relata además que Pistún, cuando fue detenido lo encerraron por varios días, que preocupó su desaparición en la que tuvo que intervenir ADEPA (Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas) para que pudiera salir en libertad. No era del agrado del General Gobernador, por sus caricaturas dirigidas a él, ni de los militares en su totalidad.

Luis Navarro Santana investigó sobre el apodo de Pistún. Según el historiador, en cierta ocasión le comento que tuvo que viajar a Tucumán para realizar sus trabajos periodísticos, algo muy difícil para sacar fotografías en una ciudad militarizada, él, junto a sus compañeros, tuvieron que huir metiéndose en los cañaverales mientras las balas pegaban en las gruesas cañas de azúcar, ese sonido se grabó en su memoria para cuando hiciera el informe periodístico firmara con ese sonidos de las balas PISTÚN.

JOTAVE, caricaturista y actual dibújate del Diario La Unión, nos cuenta una anécdota muy simpática “Si, aunque no lo creas me tiró varios tips sobre técnicas, lápices y papeles que debía usar… un día hasta me di el gusto de que dibujara en La Unión una idea mía (cuando yo todavía no laburaba ahí). Y eso me extrañó mucho porque el tipo no hablaba con nadie. El siempre iba a ver películas en el Cine Catamarca y ahí charlábamos sobre dibujo. Sacaba la entrada y se quedaba en el hall fumando, Después entraba a la sala pero a los 20 minutos, se iba. Me llamó la atención que siempre hiciera lo mismo. Un día me senté cerca de él y lo espié, y lo que hacia era hacer bocetos en una carpeta grande, a media luz sobre distintas escenas de la película. 🤩... ¡un genio el tipo! ¡Me encantó!

Por otra parte, nadie resaltó su compromiso con la verdad. Utilizando su humor denunciaba e increpaba sin temor a las autoridades.

Sin embargo, su hijo lo recuerda con amargura a los últimos tramos de su vida, "solo percibía una miserable pensión a la vejez. Todas sus amistades le dieron la espalda”. (Tengo autorización para relatar, por el dicente.)

Roberto Candelario Rodriguez Aybar (PISTÚN) ,falleció el 24 de febrero de 2009.

(*) El autor de la columna es Profesor de Historia y Filosofía (UNCA)