Crecen al mismo ritmo la industria del litio y la pobreza

Mientras crece la industria del litio en la Argentina y en toda la región de América del Sur, en Catamarca, donde se encuentran las mayores reservas del metal blando a nivel nacional y también mundial, la economía se hunde en la pobreza y crece la marginalidad. Claramente, estamos frente a un fracaso de la distribución del ingreso.

Es así que los grandes portales nacionales anuncian con bombos y platillos que el 19% de las exportaciones mineras totales en mayo y en los primeros cinco meses del año, alcanzaron los US$ 369 millones.

Y agregan “Las exportaciones de litio continúan en ascenso y abren una gran perspectiva para la Argentina, generando empleos por casi 3.800 puestos”, cuando se sabe que, de esa cifra, la torta catamarqueña es cuanto menos de un tercio o más, si se tiene en cuenta la incidencia de las tres mayores provincias que explotan el recurso del litio como son Jujuy, Salta y Catamarca, y en menor medida, San Juan.

Al mismo tiempo y como es público y notorio, desde el año 2021, la pobreza en Catamarca crece con prisa y sin pausa, marcando guarismos alarmantes, como el segundo semestre de 2021, el índice fue de un 39,7%, en tanto que en el primer trimestre de 2022, la cifra trepó a un 40,3%: el siguiente, correspondiente al segundo semestre 2022 escaló a un 44,3% y con respecto a las proyecciones para el primer semestre del 2023, las mismas se ubican muy cerca del 50 %.

La explotación del litio: un negocio para pocos

Los datos del informe, no el relato de Jalil con respecto a la minería, que es cansador, por lo reiterativo, inútil y superfluo, revelan que en nuestra provincia existe un marcado avance de la pobreza sobre la ciudadanía en los últimos semestres, transformándose ya, en un flagelo social, el desmedido crecimiento de la misma. Seguramente Raúl Jalil, cuando se muestra tan optimista sobre la actividad minera de Catamarca, se está refiriendo a la empresa Huasi Construcciones S.R.L. cuya facturación anual estimada ronda entre $ 361,813,812 y $ 1,809,069,045), que a pesar de ser uno de los principales proveedores del Estado provincial, no exhibe públicamente sus balances generales, y que por los montos que factura, casi el cien por cien al Estado provincial, prácticamente no tiene ningún control de los órganos de fiscalización. Para colmo de males, para los ciudadanos de a pie, el gerente de la sociedad es nada más y nada menos que el cuñado de Raúl Jalil, Aldo Hugo Salgado. Todo queda en familia. Y para disimular un poco, tanto abuso de poder y posición dominante, le hicieron perder una licitación pública en Fiambalá y se la adjudicaron a un nuevo jugador, como es la foránea ASTORI CONSTRUCCIONES S.A., en la licitación privada de la construcción de un tramo de la ruta provincial 139 y de un puente sobre el Río Los Árboles.

Téngase en cuenta que, en febrero del 2023, la industria del litio alcanzó los 3.788 puestos de trabajo, siendo un crecimiento interanual del 59%, generando en un año un total de 1.406 puestos de trabajo. En ese contexto, Huasi Construcciones S.R.L. emplea entre 250 y 300 puestos de trabajo.

Ha sucedido un hecho extraño al registrar el gobierno de Jalil, una familia entera de apellido Vázquez, que pertenecen a una comunidad de pueblos originarios y de esta manera eludir la tan temida licencia social. Cabe indicar, que la Familia Vázquez completa fue designada por Decreto del poder Ejecutivo provincial y hasta el mes de mayo ningún miembro había percibido su salario.

Por otro lado, en el AMBA, las sociedades que superan ciertos montos de facturación, como sería el caso de Huasi Construcciones S.R.L., pasan a ser de control estatal permanente y deben presentar sus estados contables en forma trimestral y la información sobre esas cuentas pasa a ser información pública de libre acceso para la ciudadanía. De esto debería tomar nota la oposición.

La sociedad en cuestión es de responsabilidad limitada porque fue fundada por empresarios “amigos del poder”, los picaros de siempre. Se trata de un tipo societario de menor control estatal que la sociedad anónima. La sociedad es proveedora del estado desde hace muchos años y modifica su composición accionaria o cuotas de participación social, según qué familia esté en el poder. Un pacto de cúpulas para proveer al Estado que ellos mismos gobiernan sin controles reales, pues lo que existen como el Tribunal de Cuentas, son meramente formales.

El famoso derrame que no llega

Según un informe del ministerio de la Producción de la Nación, la Minería “Es una actividad con una elevada productividad e intensiva en capital, es fuente de trabajo registrado y tiene salarios muy por encima del promedio. De acuerdo con la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC, la minería metalífera tiene una tasa de formalidad superior al 90% (contra un 65% del conjunto de la economía). En tanto, según datos del SIPA, el salario bruto en la minería metalífera es 2,8 veces superior al del sector privado registrado, y el segundo más alto de la economía solo por detrás de los hidrocarburos.”

El famoso derrame de la economía, funciona en otros lares, en Catamarca funciona para unas pocas familias privilegiadas, que por estas horas están enfrascadas en sortear la encrucijada electoral, pues es ahí donde se juegan el todo por el todo, de seguir enriqueciéndose a costa del hambre del pueblo. Entre las familias dueñas del poder en Catamarca podemos mencionar a Los Jalil, Corpacci, Saadi, Mercado, etc. Este punto tiene íntima conexión con los fraudes electorales. El oficialismo no quiere transparencia en la cuestión electoral, porque el obsoleto sistema de boletas le es muy útil para perpetuarse en el poder. La explotación minera es el objetivo y el pueblo que siga esperando planes y subsidios.

El "alto precio" del litio

El precio que paga la población de Catamarca por la explotación de la minería a cielo abierto es altísimo, no sólo por la pobreza que se genera en la desigual distribución del ingreso, ya que unos pocos se llevan los recursos financieros que derrama la minería, sino que, para que la explotación funcione, se utiliza el agua potable en forma indiscriminada y descontrolada. Si no hay agua no hay minería y no respetan ninguna ley ni acatan ningún fallo y los ambientalistas, en la mayoría de los casos son funcionarios de fundaciones que reciben cuantiosas donaciones de las propias mineras. Como se puede apreciar a lo largo de la nota, el circulo de la explotación del litio, es un círculo vicioso y de los nuevos gobernantes uno espera que transformen ese círculo en virtuoso, para asegurar el bienestar general y los beneficios de la libertad, hoy perdida.