La peor noticia del día, quizás del año y así hasta el infinito, porque la noticia es mala cuando la intervención o no, del hombre resulta decisiva, en éste caso para peor. Lo cierto es que un hombre relativamente joven murió palpando la desidia e inoperancia de un Estado ausente. Se descompuso, sufrió un infarto y se sabe que la urgencia y ciertos elementos salvan vidas. Tener una ambulancia operativa es básico, lo mismo que un desfibrilador.

Vivir en Catamarca es vivir en una provincia donde la vida no vale nada. Las autoridades se hacen auto publicidad de sus actos de gobierno, de los que a ellos les conviene. Meta entregar casas en tiempos electorales, enviar partes de prensa a medios cooptados y no son capaces de arreglar una ambulancia o de invertir en un desfibrilador para salvar lo más valioso y único que tenemos los seres humanos: la vida.

La espera de la víctima fue vana, amarga, triste y muy penosa. El sufrimiento de los familiares, atroz. El hombre murió en un auto particular rodeado de algunos familiares. Impotencia, dolor y la tragedia humana. La muerte en esas circunstancias es una tragedia de la sociedad civil organizada. Constituye una falla garrafal tanto de las autoridades del Ministerio de Salud como de las autoridades municipales, que como ocurre siempre, corren atrás de los problemas en vez de prevenir las situaciones. Ahora el intendente de FME investigará que pasó, aunque  la vida de Juan Castro (59) ya no se pueda recuperar. Que quede absolutamente claro que la inoperancia y la desidia provocan decesos y que muchas de esas muertes son evitables.

Los ciudadanos catamarqueños, la gente de a pie, estamos abandonados a nuestra propia suerte, porque el Estado, cualquiera sea su categoría, provincial o municipal, no está donde tiene que estar. Viene al caso recordar una norma del la Constitución de Catamarca que dice así: "La Provincia promoverá la salud como derecho fundamental del individuo y de la sociedad.”. ¿Sabrán las autoridades de la existencia del artículo 64 de la constitución provincial? Quieren reformar la Constitución pero no conocen ni aplican la actual, entonces no se entiende qué es lo que quieren reformar y para qué.

El SAME, el Ministerio de Salud y el Intendente de Fray Mamerto Esquiú son los responsables de haber abandonado a un un ser humano a su suerte, a un hombre común, que quería acceder al sistema de salud y que no pudo acceder porque lo inoperantes se lo impidieron.

El derecho a la salud es un derecho humano primordial, aunque la letra de la Ley de leyes es más fuerte ya que indica que se trata de un derecho “fundamental. En el caso del hombre que murió sin recibir asistencia médica por tener una ambulancia fuera de mantenimiento adecuado, es una clara violación de un derecho humano fundamental.

Las autoridades no deberían revisar lo que pasó porque ya se sabe que pasó. Deberían tomar conciencia de cual es la escala de valores a la hora de gobernar. Catamarca no es una provincia pobre, sino empobrecida por la lamentable gestión de sus gobernantes que no saben gestionar los más elementales derechos de los ciudadanos.