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Opinión

La Iglesia Católica está podrida

"Ya no puedo ni debo seguir atando mis manos para impedirme escribir esto que desde hace muchos años me avergüenza como católico y preocupa sobremanera como un simple ser humano.

Seguro estoy que vendrán las acusaciones y críticas de quienes eligen seguir negando y así sumaré más enemigos a la lista pero siento la obligación de hacerlo sea cual fuere su costo.

La Iglesia Católica está podrida desde lo más profundo de sus entrañas y es hora que alguien se atreva a hacer algo.

Abusos y las más perversas atrocidades sexuales, físicas y psicológicas entre miembros de distintas jerarquías y contra laicos vulnerables e indefensos.

Complicidades, silencios forzados y macabros encubrimientos han sido la constante oculta por décadas o siglos.

Las pocas medidas que desde el Vaticano se han tomado fueron siempre por reacción ante lo obvio y muy pocas veces por acciones de iniciativa propia.

No puedo seguir perteneciendo a una Iglesia tan degenerada sin hacer nada y aún sin pertenecer no podría seguir siendo indiferente ante tantos hechos aberrantes que hoy incluso hasta son reconocidos por el mismo Vaticano.

Miles de vidas de niños, seminaristas y hasta de monjas de claustro han sido destruidas por monstruos vestidos de religiosos representantes de Dios.

Ya no importa lo que viví en carne propia con aquel capellán y los hermanos de la congregación de mi colegio y como siempre sospeché hasta con los propios obispos de entonces.

Era muy chico y supieron callar mi inocencia por décadas hasta que me atreví a hablar y plasmar mi historia en un libro que a esta altura ya no tiene importancia. Es un testimonio más de miles que solo intenta concientizar y ayudar a otros.

Por mis miedos y desconfianza con la Iglesia aprendí a relacionarme con Dios en forma directa tal como está escrito en los Evangelios sin intermediarios y dejándome abrazar siempre por la Virgen María, mi guía.

Hoy mi mirada es ajena a cualquier sacramento y se concentra solo en la Justicia terrena que pretendo inquieta y activa como nunca antes para investigar a fondo a las más altas jerarquías de la Iglesia Católica en todo el mundo.

Quiero ser testigo de Fiscales, Jueces y Tribunales Internacionales investigando, juzgando y condenando sin contemplaciones a quienes lo merezcan y de una Iglesia Católica depurada sin importar la cantidad de fieles que asistan a sus templos.

Hay muchas preguntas sin respuesta y es hora de terminar los tiempos de vacías promesas.

¿Puede acaso la Iglesia Católica seguir aniquilando los Derechos Humanos de seres vulnerables e indefensos con tanta impunidad?

¿Existe relación entre el celibato y la inmensidad de delitos sexuales que involucran a miembros de distintas jerarquías?

¿Acaso el secreto de la confesión no se convierte en encubrimiento cuando el religioso calla y no denuncia los abusos, violaciones, torturas u otros graves delitos del confesado?

¿Cuál es la responsabilidad Civil y/o Penal de los Papas, Cardenales, Obispos y Sacerdotes por las aberraciones sexuales cometidas por sus pares, ocultadas o encubiertas durante años?

Aunque no es mi intención en este escrito debatir o discutir sobre la Fé y creencia de cada persona desde mi humilde punto de vista la Iglesia Católica actual lejos está de ser a imagen y semejanza de Dios y no representa en absoluto aquello que con sus actos y palabra transmitiera el mismo Jesús a través del Evangelio, piedra basal del catolicismo.

Jesús jamás expresó que sus seguidores o sacerdotes no debían casarse y menos aún ser célibes.

Jesús jamás habló de una Iglesia llena de tesoros y de representantes viviendo en la opulencia como reyes.

Jesús jamás vistió túnicas de seda o terciopelo y lució anillos, cruces y medallas de oro con piedras preciosas.

Jesús caminaba solo por las calles apenas acompañado por un puñado de apóstoles. Jamás necesito de guardias, custodios y mucho menos de mucamos y servidumbre.

Jesús no quiso ni quiere esta Iglesia degenerada en su nombre.

La Iglesia Católica desde hace años ha perdido su rumbo por alejarse del mismo Evangelio.

Está todo bien escrito, claro y sencillo pero sin embargo ha elegido un camino equivocado.

Y por favor, que nadie se atreva a decir que quien abusa de un niño es un enfermo y merece perdón y misericordia:

"Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar" (Mateo 18.6)

Es hora que los miembros de las más altas jerarquías de la Iglesia Católica sean investigados, juzgados y eventualmente condenados por una Corte Internacional por las aberraciones y encubrimientos cometidos durante décadas.

Solo así miles de fieles católicos espantados tal vez vuelvan a confiar en quienes dicen ser los representantes de Dios en la tierra.

Iluminados por la Virgen María, que Fiscales, Jueces y Tribunales logren una Justa Justicia.

Lamento si con lo escrito ofendo a los buenos Sacerdotes que reconozco, valoro y admiro."

(*) Libre pensador y víctima de abusos sexuales eclesiales en el Colegio Cardenal Newman

curas Iglesia Catolica Papa Francisco Victima de abusos

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