Cierre de listas

De a poco y a lo largo de la semana se fueron apagando los “incendios” personales, léase enconos y codazos propios de ésta rara forma de hacer política que existe en la Argentina, donde nunca están en juego las propuestas de gobierno sino los egos y ambiciones personales. No hay caso, es un espanto que seguirá mientras se mantenga vigente la ley de internas Abiertas, Simultáneas y Obligatorias que fueron creadas allá por el año 2009, tras la aprobación de la Ley N.º 26.571. ​De algún modo, ésta ley empaño la Ley de Partidos Políticos, haciendo que ésta herramienta de la democracia perdiera peso específico y ganaran más espacio los personalismos.

A nivel local, Flavio Fama salvó las papas del radicalismo catamarqueño que internamente fue un verdadero caos, con un diluido jefe que trabajó en las sombras y como expresó Roberto Gómez, siempre haciendo daño. Lo cierto es que la tropa radical, sobre el cierre de las listas vivió un verdadero desbande, un aquelarre pocas veces visto. El Radicalismo, en los papeles se juega la interna dentro de la interna del PRO, no sólo a nivel local sino también, nacional, lo cual indica a las claras, que es un partido que más allá de las casonas de comités de la que tanto alardean, y que ellos ampulosamente llaman "territorialidad", está vacío de contenidos y liderazgos. Ni ellos saben que piensan en materia económica y gobernando, al pueblo argentino le ha ido muy mal casi siempre. La única bandera que pueden enarbolar en 40 años de democracia, es la de Raúl Alfonsín y se terminan los pergaminos.

Sin liderazgos confirmados y como premisa básica la tilinguería política a flor de piel, la oposición, que haciendo un gran esfuerzo denominamos de ese modo, cerró sus listas y no hubo más escándalo, por miedo al ridículo, pero si fuera por los personalismos hubiera habido no menos de cinco o seis listas más. Todos se creen salvadores, todos son unos genios, supuestamente, hablan lindo y hacen poco, nadie sabe a ciencia cierta cuál es el plan o el proyecto político, y si por esos milagros que tiene la política argentina, les toca ser gobierno. La idea sería repartir cargos y funciones y ver que pasa.

El accionar de los operadores de los candidatos nacionales fue quizás lo más destacado del cierre ya que en estos tiempos no disimulan que están en “la chiquita” y haciendo negocios personales y vienen a acomodar a bufones que les servirán en cada banquete que imaginan realizarán en si se impone la monta de ocasión.

Estás discusiones subidas de tono con golpes bajos las exteriorizo Roberto Gómez, que al igual que Fama y Monti se encolumnaron detrás de Patricia Bullrich, aunque a nivel local se sabe que esto no es así. Y justamente fue el líder de la Morada quien se encargó de decir que Oscar Castillo había puesto “los huevos” en dos canastas por lo que puta pudiera con respecto a la interna que sostendrán los candidatos del PRO a nivel nacional.

Sin temor a equivocarnos, el cierre de listas fue un umbral del caos. En la previa y en el armado, todo fue confusión y ni bien arrancó la campaña, apreciamos que el caos sigue dominando la escena, con la particularidad que hay menos actores en escena, el lio sigue igual. Se faltaron el respeto entre los candidatos, se dijeron cosas subidas de tono y se deshonraron mutuamente. Y cuando se traspasan ciertos límites, es como que ya no hay vuelta atrás. Endilgaron muertos en el placar y ahora Carlos "el topo" Molina resulta que da clases de oposición, después de haber votado a favor de Lucía Corpacci para ampliar la Corte de Justicia de Catamarca. ¡Ni olvido, ni perdón!

Esto evidencia que no solo hay diferencias entre las listas, también hay adentro de cada una de ellas. Es decir que no hay “Affectio societatis”, es decir voluntad de desarrollar un proyecto en común, tan necesario para emprender un enorme desafío que presenta la coyuntura política que es representar a la oposición en Catamarca. Pero la realidad indica que todos trabajan y militan para Horacio Rodríguez Larreta, incluida la lista de Flavio Fama. Y lo más sorprendente es que tanto Flavio Fama como Rubén Manzi son viejos socios y amigos de Raúl Jalil, por distintas circunstancias de la vida.

Lo mismo, esa circunstancia encadena con el pacto secreto entre Rodríguez Larreta y Raúl Jalil, que son socios ocultos desde el mismísimo 10 de diciembre de 2019, que desde aquí denunciamos en forma reiterada, situación ampliamente conocida y aceptada por Lucía Corpacci, pues por esa razón fue que le torció el brazo a Gustavo Saadi para que fuera por su reelección, pues lo único que pretenden doña Lucía y su sombra angelical, es seguir con los dos proyectos que los subyugan, M.A.R.A. y el Fideicomiso del Salar del Hombre Muerto, y por supuesto los dividendos de Ymad S.E. que generosamente reparten las familias Saadi y Jalil, pero entre ellos y bajo formas encubiertas.

El desbande de los celestes, que por expresas directivas de Castillo, se acomodaron en las dos listas, da un poco de bronca y otro poco de pena. Esto evidencia su único objetivo, seguir viviendo de la teta del estado a cualquier precio. De manera tal que la idiosincrasia de ambas listas es básicamente la misma, trepar, escalar, mantener, jamás proponer algo concreto en beneficio de la gente, que la está pasando mal, muy mal. Basta mirar detenidamente la foto que ilustra esta nota y los cientos de fotos que circulan por Google, para advertir que es todo lo mismo, una falta de respeto al electorado de Catamarca. Y la perla es que los dos candidatos a gobernador son legisladores nacionales, uno Senador Nacional y otro, diputado nacional.

La interna del PRO

La angurria los desborda, no terminan un mandato y ya quieren arrancar con otro, olvidándose que fueron elegidos para cumplir una misión...¿donde quedaron sus promesas electorales? Lo mismo ocurre con los candidatos a intendente local, los dos tienen mandato vigente de diputado, nacional y provincial. Se olvidaron de sus mandatos y van por otro distinto, total los electores que se jodan y el colmo es uno que decía que quería ser gobernador, pero terminó aspirando a la municipalidad de la Capital. ¿Y todo sus promesas donde quedaron?

Observando apellidos y nombres en las listas, pocas caras nuevas y ubicadas en puestos inferiores, porque en los superiores están los mismos de siempre, apiñados en Juntos por el cargo. No hicieron nada, pero insisten. Eso pasa cuando la política se transforma en un trabajo, como los bebés que se acostumbran a la teta de la madre y después les cuesta dejarla. Los políticos argentinos también, se aferran a la teta del estado y ya no la largan más. El único que se salva es el Hugo “Grillo” Ávila, que, si bien es cierto que es legislador provincial, es candidato a Vicegobernador, y ha hecho de su mandato una oposición en serio. Los demás, en ese rubro opositor están flojos de antecedentes y han sido la mayoría de las veces, funcionales al gobierno de Jalil.

También quedó de manifiesto la poca lealtad a los candidatos a presidente. Por ejemplo, Fama no perdió oportunidad de sacarse fotos con Horacio Rodríguez Larreta o Gerardo Morales, visitar el bunker de Bullrich en Buenos Aires y terminar siendo su candidato. Puede pasar que el gane la interna y pierda Patricia, pues no habrá ningún problema si se presenta la oportunidad de pasarse de bando. Son oportunistas, especuladores y solo están pensando lo que les conviene a ellos. Bueno, así nos va. Con este panorama, el electorado ya sabe, que vote lo que vote, ya no podrán elegir porque como se dice en el café, es más de lo mismo.