Enzo Carrizo es casta y sabiendo que su puesto tenía los días contados, decidió que era hora de volver al terruño para ser intendente de Saujil y fue así que partió de la Anses. Lucía Corpacci, su mentora y madrina política, también es casta y sigue firme en el Senado Nacional facturando cuantiosas sumas haciendo política partidaria barata, cuando lo correcto es cumplir su función específica, la que indica la Constitución Nacional. Y antes, siendo gobernadora de Catamarca por dos períodos, dedicó gran parte de su tiempo a colonizar la Justicia ordinaria, la Corte de Justicia, las empresas provinciales, el poder legislativo, los municipios del interior y la mayoría de los cargos nacionales que existen en nuestra provincia, entre ellos la Anses. Aunque fue perdiendo fuerza con la permanencia de Rubén Dusso en el poder y la llegada de Jalil al gobierno y ahora con su nuevo mandato.

Enzo Carrizo fue una imposición de Lucía Corpacci, de ese entramado de nombramientos políticos de gente incapaz, no para mejorar la prestación de servicios de uno de los organismos más sensibles de la administración pública nacional en la provincia, sino para servirse ellos, de una caja "política" espectacular, ideal para un plan siniestro, creando esa red de nombramientos en la capital y en todo el interior provincial, al mejor estilo de Julio “Chocolate” Rigau, el tristemente célebre puntero político de la legislatura de la provincia de Buenos Aires, con un desfalco a la cuentas públicas del orden de los $800 millones. En ese sentido, Enzo Carrizo siempre fue monitoreado por Lucía Corpacci y ambos batieron el récord en cuanto a nombramientos, abriendo oficinas fantasmas en varias localidades de interior para acomodar amigos y punteros, en tanto que muchas de esas oficinas no están abiertas y si lo están, no funcionan.

Fiel al estilo kirchnerista, el principal objetivo de ésta casta es llenar la administración con nombramientos de vagos e inútiles, que solo llegan allí para compartir su haber con la deplorable organización de la corrupción política que tanto empobrece a la nación, perjudicando notoriamente a los auténticos beneficiarios de la Administración Nacional de la Seguridad Social, que son quienes en definitiva padecen a estos funcionarios impresentables que se llenan la boca hablando de Justicia Social, cuando lo único que les interesa es tener mucho dinero en sus cuentas bancarias "off shore", viajar por el mundo, especialmente a Panamá (debe tener lindas playas además del canal), pasarla bien y vivir una vida sin tropiezos y sumamente placentera.

Ante ese panorama, nuestro deber es denunciar que el descontrol sigue y se agrava, siendo el principal responsable (culpable) de lo que pasa, Enzo Carrizo, el actual intendente de Saujil, Departamento de Pomán. Se multiplican las quejas porque no hay baños y los recurrentes tienen que ir a hacer sus necesidades al bar de enfrente. Un verdadero despropósito. “Algo hicimos mal y tenemos que sentarnos a recapacitar” dijo Lucía Corpacci ni bien se enteró de la paliza electoral que les propinó Javier Milei en las urnas. Pero su mea culpa no es real, es falso y además su mensaje al electorado está lleno de odio, ya que en vez de reconocer que la gente de a pie está harta de la corrupción y del clientelismo político, vota como votó. Así las cosas, la ex gobernadora no tiene empacho en afirmar “Imagínese, sin obra pública, sin coparticipación, sin salud pública. Bueno, el panorama es difícil. Pero yo espero que recapacite, que, habiendo ganado la elección, haya cosas que se vayan acomodando”. Tiene que leer mejor señora, los jubilados de Anses o los recurrentes hartos de esperar su turno o su beneficio, padecen muchas horas en condiciones infrahumanas sin ser atendidos, tienen que hacer caca y pis en un bar fuera del organismo porque no hay baños, ¡Se robaron todo!

La que tiene que recapacitar es usted señora, que inauguró en Antofagasta de la Sierra un parque fotovoltaico que supuestamente le solucionaría para siempre los problemas eléctricos a los pobladores de la villa y que sólo funcionó un día. Hizo una puesta en escena, contrató profesionales, hizo un video que subió a YouTube haciendo una arenga falsa y mentirosa, una farsa total. No hay peor ciego que el que no quiere ver. Carrizo dejó sus funciones en Anses para asumir la intendencia de Saujil, pero no devolvió la camioneta que el gobierno provincial le prestó para reforzar el trabajo de Anses, pero la camioneta fue usada para cosas personales. Pierden elecciones porque la gente se hartó de que digan una cosa y hagan otra.

Mientras tanto, los expedientes no se resuelven, duermen el peor sueño de la tercera edad, de los adultos mayores, que es la injusticia social de la burocracia y de las postergaciones personales y familiares. Con los gobiernos de signo kirchnerista la gente espera meses y años para obtener su beneficio. Claro, el dinero es desviado con otros fines, total nadie controla nada. Cuando nos referimos al descontrol, estamos indicando eso, son cajas del estado fuera de control. Y ahí juega su rol la pésima Justicia Federal de Catamarca y el Ministerio Público, que miran para otro lado.

Y el descontrol es el caldo de cultivo para la corrupción administrativa interna. Todo mal. Por esa razón proliferan las denuncias sobre empleados que cobran por otorgar créditos, trámite que es totalmente gratuito. Juegan con la desesperación de la gente y les roban sus magros ingresos.

“Esto fue un castigo a nuestro signo político, algo hicimos mal y tenemos que sentarnos a recapacitar” tituló El Esquiú, el único diario de Catamarca que le brinda espacio a las peroratas de Lucía Corpacci ¿Por qué será?