La insólita polémica entre Argentina y Suecia por la flexibilidad de la cuarentena

El pasado viernes 10 de mayo, en medio del anuncio de una nueva prórroga de la cuarentena obligatoria, el presidente Alberto Fernández, en referencia a la crisis económica que trae de la mano la pandemia, se refirió como ejemplo lejano al caso de Suecia, el cual repasó sus estadísticas y fue muy crítico al compararlo con Noruega.

"Cuando a mí me dicen que siga el ejemplo de Suecia, la verdad lo que veo es que Suecia, con 10 millones de habitantes, cuenta 3.175 muertos por el virus. Es menos de la cuarta parte de lo que la Argentina tiene. Es decir que lo que me están proponiendo, es que de seguir el ejemplo de Suecia, tendríamos 13 mil muertos", argumentó el Presidente a modo critica y agregó "Si abrimos la economía vamos a terminar como terminó Suecia".

A diferencia de otros países europeos, Suecia determinó evitar la cuarentena obligatoria y en la última semana alcanzó 25.265 casos positivos confirmados y 3.175 muertes a causa del virus.

Sus dichos tuvieron repercusión global: la Embajada sueca en la Argentina, dio un comunicado en referencia al escenario que enfrenta Suecia y a que las medidas tomadas consisten en "Una combinación entre legislación y recomendaciones sanitaria". A su vez, aclara que si bien la vida en el país no continúa como de costumbre y que la economía se vio fuertemente afectada por la pandemia "Se espera un ascenso dramático del desempleo", afirma el texto.

"Las medidas de Suecia difieren de otros países solamente en tres aspectos: nosotros no hemos impuesto un aislamiento social, preventivo y obligatorio, no hemos impuesto el cese de la actividad comercial a algunas empresas y no hemos cerrado jardines de infantes ni escuelas primarias".

"La decisión de mantener abiertos sectores de la sociedad está basada en consideraciones de salud pública en lugar de intereses económicos. Mantener las escuelas abiertas tiene, por ejemplo, efectos positivos en la salud infantil y permitir que las personas trabajen es positivo para la salud pública. Estas medidas también fortalecen la igualdad de género".

Finalmente, apunta a los dichos de Fernández: "En esta situación, es difícil hacer comparaciones directas entre las medidas de contención que han adoptado diferentes países. Suecia tiene tasas de mortalidad por Covid-19 más altas que algunos otros países que han impuesto la cuarentena, y más bajas que otros que también han impuesto la cuarentena", y continua "Esta es una nueva enfermedad y pasará tiempo antes de que sepamos qué modelos funcionan mejor. En Suecia estamos aprendiendo, por ejemplo, que hay una necesidad de proteger los geriátricos de manera más efectiva. Siempre estamos abiertos a dialogar con otros países para que podamos aprender unos de otros", concluye.

¿Cómo se vive la cuarentena en Noruega y Suecia?

En Noruega, que cuenta con 218 muertes por COVID-19, hay cuarentena obligatoria desde el 12 de marzo y las fronteras están cerradas; los bares, gimnasios, peluquerías se encuentran cerrados y los ciudadanos cumplen a rajatabla. No hay testeos masivos pero el distanciamiento social es respetado por la sociedad y no hay lugar para protestas.

A diferencia de su principal socio comercial, Suecia, excepto los espectáculos masivos, cuenta con bares abiertos, restaurantes, shoppings, escuelas y universidades. El distanciamiento social es más bien en lugares públicos con reglas no tan estrictas y el foco de contagio fueron los geriátricos.

Buscando el comunicado perfecto con el vaso medio lleno:

Semanas atrás Fernández ya había provocado un cruce con Chile al señalar, entre otros países, como punto de comparación para justificar la extensión de la cuarentena.

Los test rápidos que trajeron de la firma china “Zhuhai Livzon Diagnostics”, fueron defectuosos, pero compararse con países nórdicos de primer mundo, en número de fallecidos, lo considera más bien un argumento posible de aventajarse.

Convengamos, la sombría perspectiva económica de Argentina, antes de la cuarentena obligatoria, contaba con un panorama sumamente débil y con una actividad económica que contrajo un 2,2% interanual en febrero, según el estimador mensual (EMAE), lo cual la salida de la crisis antes de este contexto, no era palpable y compararse con Suecia en términos de victimas, deja a Fernández bajo un falso escudo protector.