En principio quiero agradecer los elogios al artículo del furcio del Presidente. La verdad es que tomó una trascendencia imprevista, se publicó en varios periódicos digitales y se reprodujo muchas veces por el universo de las redes. A todos, muchas gracias.

Entre los elogios, muchos destacan la precisión o la claridad. Por eso pensé en escribir un artículo que apunte a la dispersión, como para llevarles la contra. Una serie de clips inconexos, a ver qué les parece.

Octavio, sin paz.

Vino de los indios, pero quizás también de la selva, porque una amplia zona de México es de bosque tropical, selvático. O quizás en los barcos, aquellos que quemó Cortés y se transformaron en los más famosos luego de las tres carabelas de Colón. ¿Qué será de la identidad de Octavio? Solo unos pocos pueden imaginarlo. El falleció hace más de veinte años sin saber al final, de donde venía. Pero antes advirtió: “Lo primero es curarnos de la intoxicación de las ideologías simplistas y simplificadoras”. Definitivo.

Fernández, ¿está bien?

No terminé con el disparate que ofendió a brasileros y mexicanos, que le permitió a Bolsonaro reírse un poco de todos nosotros, cuando ya felicitó a un Presidente que todavía no es presidente y tuvo que salir la cancillería a aclarar que los dichos del Presidente eran “en chiste”, y ayer mandó a la gente a contagiarse, esto sí, en un lapsus inconsciente. Igual, una semanita de silencio quizás lo tranquilice y le de descanso a los autores de memes que están trabajando en doble turno. Hablando en serio, la repetición de errores seguro merma la confianza. Alguien debería resguardarlo un poco.

¿Alguien sabe quien asesora al Presidente?

Quizás por deformación profesional, me pregunté si el presidente no tendría un asesor para cuestiones históricas. Hace bastante que se sabía de la visita del Presidente español. Es tan fácil decir una frase afortunada que extraña la soledad de Alberto. Hace días salió en Argentina un libro que había sido un éxito en España en 2019, una Historia de España armada con los artículos periodísticos de Arturo Pérez Reverte. Se lee en una tarde. Es ágil, comienza con una recopilación de frases de personalidades describiendo a los españoles, entre las cuales hay muchas ideales para quedar bien con un Socialista español y para marcar los vínculos entre España y América. Por ejemplo cita a García Lorca que escribe: “El español que no ha estado en América, no sabe qué es España.” Lorca no habla de lo que los españoles “nos aportaron”, sino de la complementariedad de las historias. Mucho más acertado.

Le va a costar un Perú.

Perú está cerca de definir un nuevo Presidente. Todos hemos escuchado a Castillo en declaraciones y entrevistas. Modestamente creo que determinadas funciones necesitan de una preparación mínima. Ser Presidente no es sencillo. Vemos como un tipo preparado, profesor universitario como Alberto, se encuentra seguido con encrucijadas de las que le cuesta salir, y a veces sale muy mal. Castillo, en la medida que se acrecentaron sus posibilidades de ganar, mutó sus ideas originales, pues una cosa es proponer cuando no se piensa ganar, y otra cuando el éxito se acerca y hay que cumplir con lo que se dice. Es el llamado “teorema de Baglini”. Tengo la sensación que no sabe donde está parado, que ni siquiera coincide con lo que dice, y que ignora cuestiones que para ser Presidente no se pueden ignorar. Alguno me hablará de los derechos de todos, y yo creo en los méritos, la preparación y las condiciones naturales necesarias como base. Siempre quise jugar al fútbol en un equipo de primera, pero no logré encontrar un DT que me ponga. ¿Será una injusticia? O será que no me da para llegar ahí. Es lo último sin dudas. Esto es lo mismo. El mundo es muy complejo y no cualquiera puede conducir un País. Ojalá le vaya muy bien. Pero tengo mis dudas.

El valor de las formas.

No es de mi Partido político pero debo decir que me da gusto escuchar a Fernán Quirós. No sólo porque su opinión en materia sanitaria es siempre clara, sino porque creo que es un gran político, que tiene un discurso y un tono especial para estos tiempos en que deberíamos evitar más conflictos de los que tenemos, sin que esto signifique callarse nada. Las formas son muy importantes. Me gusta escucharlo, me gusta como dice lo que piensa, amablemente, sin que por esto sea condescendiente con nadie. No se apura, no sentencia, no se encapsula. No es importante que lo diga, pero me gusta destacarlo en estos tiempos de pandemia e incertidumbre.

Un salpicadito de sábado, para quien tenga tiempo y ganas de leer. Nada importante.