La situación se desnuda analizando los números macro interanuales. En el mes de enero ha habido un recorte de transferencias por parte del gobierno nacional de 9.117 millones de pesos con respecto a enero 2023 medidos a valores constantes de enero 2024, esto significa una caída de recursos del orden del 13,4 % interanuales.

Por otra parte, la provincia recaudó en diciembre de 2023 6.864 millones de pesos en tributos provinciales, lo que representa aproximadamente un 10 % con respecto a la coparticipación federal. Como decíamos en el párrafo anterior, los números demuestran con claridad lo que todos sabemos, la dependencia casi absoluta de nuestra provincia de los fondos coparticipables del gobierno nacional.

En regalías mineras en enero de 2024 según lo informado por el ARCA (Agencia de Recaudación de Catamarca), la provincia recibió $485.300.218,00. Este monto representa menos del 1 % si lo comparamos con lo que recibe la provincia en coparticipación.

Es evidente que la minería dista de ser la “salvación” de nuestra provincia y también debemos considerar que por distintos factores no podemos aprovechar las ventajas que produce la actividad minera como el empleo, recaudación fiscal, valer agregado al mineral que se extrae, etc.

A esto hay que sumarle la contaminación ambiental que produce la actividad (ver foto) por los escasos controles y la connivencia del estado catamarqueño con las empresas mineras, sumado a una baja calidad institucional y una sistema judicial funcional a los gobiernos de turnos, que hacen de la división de poderes una deshilachada república.

Los números no mienten e indican que la actividad minera dejará poco y nada a la provincia, hoy lo vemos en las poblaciones cercanas a los emprendimientos mineros en donde los gobernantes se conforman con migajas para el pueblo. Solo contaminación y bolsillos llenos de empresarios foráneos y funcionarios que viven de la política y de las falsas promesas incumplidas.