El primer caso reportado por la Fiscalía General del Estado (FGE) de Quintana Roo fue un triple homicidio, perpetrado probablemente con armas de fuego al norte de la ciudad.

El segundo informe dio cuenta del hallazgo de un cuerpo sobre un camino de la Región 235. En ambos sitios las autoridades encontraron casquillos de bala percutidos. A unas calles de distancia de esa escena otro hombre fue encontrado muerto sobre la acera.

El último caso refiere a un hombre cuyo cuerpo yacía al costado de una carretera que va de Cancún hacia Punta Sam. La FGE informó que abrió cuatro carpetas de investigación, relacionadas con los homicidios de estas personas, citaron medios locales y la agencia de noticias EFE.

Los seis casos se dieron en la periferia de la sureña Cancún, donde existen unos 128 asentamientos irregulares, de acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Territorial Urbano Sustentable (Sedetus).

De acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Quintana Roo registró 685 nuevas carpetas de investigación abiertas por homicidio doloso en 2019, de los cuales el 53,6% corresponden a asesinatos ocurridos en Cancún.

Según las autoridades, la violencia en Cancún se debe al aumento de la circulación de armas de fuego y al incremento en el consumo de alcohol y drogas.

Pero también al desinterés de los políticos y gobernantes por recomponer el tejido social, de establecer centros de atención de adicciones; a la impunidad y el fracaso al combate a la delincuencia y también a la nula coordinación entre la federación, el estado y los municipios en este tema.