Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
{{dayName}} {{day}} de {{monthName}} de {{year}} - {{hour}}:{{minute}} hs.
Sociedad

El Poncho, una fiesta bien peronista, como el saqueo de las cuentas públicas

Inteligencia Artificial

La Fiesta Nacional e Internacional del Poncho es el evento cultural más importante de Catamarca y uno de los festivales de invierno más grandes de Argentina. Su historia, que se remonta a 1954, y su desarrollo a lo largo de las décadas, han estado intrínsecamente ligados a la política provincial, y el peronismo ha jugado un rol central en esa relación.

Orígenes y el Primer Peronismo (1954):

La Fiesta del Poncho tuvo sus inicios en 1954, durante el primer gobierno peronista. Nació como una iniciativa de los artesanos locales que buscaban un espacio para exponer y promocionar sus tejidos. El peronismo, desde sus comienzos, mostró una fuerte inclinación a la promoción de la cultura popular, las tradiciones y la identidad nacional. En Catamarca, como en el resto del país, el peronismo representó un proceso de modernización y un cambio profundo en el ámbito social y político. La creación de la Fiesta del Poncho en este contexto no es casualidad; se alinea con la política cultural del peronismo que buscaba realzar las expresiones autóctonas y vincular al pueblo con sus raíces.

La Fiesta del Poncho como "Vidriera" del Peronismo Catamarqueño:

A lo largo de los años, y especialmente en las décadas en las que el peronismo ha gobernado la provincia de Catamarca (que han sido la mayoría desde el regreso de la democracia), la Fiesta del Poncho se ha convertido en una "vidriera" para la gestión provincial y un espacio para la visibilidad política:

Presencia de Autoridades: Es habitual que las aperturas y los días clave de la Fiesta cuenten con la presencia de las máximas autoridades provinciales, que suelen ser de extracción peronista (gobernadores, ministros, legisladores). También asisten figuras del ámbito nacional, lo que genera oportunidades para la foto política y el mensaje partidario.

Gestión y Financiamiento: La organización y el financiamiento de la Fiesta recaen mayoritariamente en el Estado provincial. Esto permite al gobierno de turno, a menudo peronista, influir en la programación, la infraestructura y la promoción, proyectando una imagen de gestión y apoyo a la cultura local.

Plataforma de Mensajes: Los discursos de apertura y los eventos protocolares suelen ser utilizados por los funcionarios para destacar logros de gestión, reafirmar la identidad catamarqueña y, en ocasiones, lanzar mensajes políticos más amplios, alineados con la agenda del partido gobernante.

Espacio de Interacción: La Fiesta es un punto de encuentro masivo donde los políticos pueden interactuar directamente con la gente, recorrer los stands de artesanos, degustar la gastronomía y participar de los espectáculos. Esto facilita el contacto con la base social y la construcción de un vínculo directo.

Simbolismo y Raíces Populares: El peronismo, por su propia esencia, se asocia con lo popular y las masas. La Fiesta del Poncho, al celebrar las tradiciones, el trabajo artesanal y la música folclórica, resuena fuertemente con los valores que el peronismo ha buscado encarnar, reforzando la idea de un gobierno cercano a la gente y sus raíces.

Ejemplos de la Relación:

En la actualidad, con el gobernador Raúl Jalil (peronista) al frente de la provincia, la Fiesta del Poncho sigue siendo un evento de gran envergadura y con importante apoyo oficial. Recientemente, se ha observado la participación de figuras nacionales de distintos signos políticos, como la Vicepresidenta Victoria Villarruel (en un contexto de acuerdos con el gobernador peronista), lo que demuestra la relevancia de la Fiesta como un espacio de exposición política.

En síntesis, el peronismo catamarqueño no solo ha sido un actor fundamental en la gestación y consolidación de la Fiesta del Poncho, sino que a lo largo de su historia ha utilizado y continúa utilizando este evento como una plataforma clave para la proyección de su gestión, el refuerzo de su identidad política y la interacción con la sociedad catamarqueña. La Fiesta se convierte así en un espacio donde lo cultural y lo político se entrelazan de manera significativa.

La relación entre el peronismo y la gestión de las cuentas públicas, incluyendo acusaciones de "saqueo" o corrupción, ha sido un tema recurrente y altamente polarizado en la historia política argentina. Es fundamental abordarlo con una visión que contemple tanto las críticas como las defensas y los contextos históricos.

Acusaciones y Críticas:

Las acusaciones de "saqueo" o malversación de fondos públicos en gobiernos peronistas suelen centrarse en varios puntos:

Uso discrecional de fondos: Críticos señalan que, en distintas etapas, el peronismo ha sido acusado de utilizar fondos estatales de manera discrecional, a veces para fines políticos o partidarios, lo que implicaría un desvío del destino original de esos recursos.

Financiamiento del partido a través del Estado: Existen informes que sugieren que en algunos períodos, el Partido Peronista se financió, en parte, a través de recursos del Estado, incluyendo el uso de inmuebles, muebles y hasta vehículos de organismos públicos para la actividad partidaria.

Corrupción en la obra pública y privatizaciones: Durante gobiernos peronistas (como en otras gestiones), ha habido numerosas denuncias y condenas por corrupción relacionadas con la obra pública, el otorgamiento de licitaciones y, en algunos casos, procesos de privatización o reestatización de empresas.

Casos judiciales de alto perfil: Varios funcionarios de gobiernos peronistas han sido investigados, procesados y, en algunos casos, condenados por delitos de corrupción, enriquecimiento ilícito, malversación de fondos, etc. Algunos ejemplos notorios incluyen casos relacionados con la obra pública, manejo de fondos fiduciarios o transferencias de dinero.

Vaciamiento de cajas previsionales: Se ha señalado, por ejemplo, que en el primer peronismo hubo una monetización del vaciamiento de los fondos destinados a la jubilación, realizado desde la década de 1950.

Clientelismo y redes informales: Algunos análisis sugieren que el clientelismo, que implica el intercambio de beneficios (incluyendo recursos públicos) por apoyo político, ha sido una práctica asociada a ciertos sectores del peronismo, lo que podría implicar un uso no transparente de las cuentas públicas.

PAN Y CIRCO QUE DISIMULAN EL SAQUEO A LA MINERÍA CATAMARQUEÑA Y OTRAS CALAMIDADES DE PUBLICO

peronismo y cuentas publicas pan y circo distracciones populares corrupción estructural

Comentarios

Te puede interesar

Teclas de acceso