Para atemperar la tormenta que el propio gobierno provocó, se han tomado una serie de medidas que intentarán frenar el impacto del tarifazo en el bolsillo de la población.

Los ciudadanos catamarqueños ya no confían en sus gobernantes. Las puebladas en distintas ciudades del interior y en la propia capital han mellado las fuerzas de reacción de las autoridades que salieron a atemperar la suba con medidas endebles para un grupo muy reducido de la población.

Ante el creciente malestar de los usuarios de toda la provincia, el Gobierno anunció una serie de medidas para disminuir el impacto del tarifazo. Entre ellas, está la ampliación del margen de la tarifa social para los consumidores medios y la eliminación del costo de fiscalización. La gobernadora Lucía Corpacci fue quien detalló cada una de las medidas que tomó la Provincia.

La primera mandataria lo hizo acompañada por parte de su gabinete y por referentes de las cámaras legislativas. Luego de aclarar que la EC SAPEM solo se queda con el 16% de la factura, resaltó que “no hay provincia donde no haya reclamo de los usuarios por el precio de la energía”.

Pero la gobernadora se olvido de aquel viejo refrán que dice "mal de muchos consuelo de tontos". No es verdad que los problemas de tarifas sean generalizados. Las provincias que acusan problemas similares han tenido procedimientos similares pero ahora es la hora de la verdad y Catamarca debe honrar la deuda con su acreedora Cammesa.

Y se sabe que el malestar viene por la doble imposición de tener que pagar la misma factura dos veces sin que el gobierno provincial se haga cargo del faltante.