El vicegobernador Rubén Dusso ya fue notificado que no será compañero de formula en la próxima elección de Raul Jalil, el designado para acompañar al actual gobernador que irá por su reelección es Sebastián Noblega.

Esto ha desatado una fuerte pelea en el seno del gobierno, ya que las distintas facciones que lo conforman han acrecentado sus luchas por mantener la cuota de poder que cada uno tiene actualmente. Es por ello que Dusso al conocer la noticia, entró en una crisis de nervios (es habitual que cuando le comunican una mala noticia deban llamar al Same para que lo atienda), pero una vez recuperado prometió venganza y ya esta juntando sus huestes para dar batalla.

Aseguran las fuentes consultadas que amenazó con romper al justicialismo local y entabló conversaciones con el sector de Gustavo Saadi, habría que avisarle que en ese sector no lo quieren, por ahí los une el espanto (desde la perspectiva de ellos, Raul Jalil).

A Dusso se le pasó el cuarto de hora (que fue largo, duró 12 años) y ya no tiene el apoyo de su mentora, Lucia Corpacci, ella también muy desgastada no puede mantener como antes a una persona que resta en cualquier lista que se la coloque. Y mucho más con el presente insoslayable de ser el mentor del cuestionado Fiscal Palacios. La figura del vicegobernador no resiste y es como si se tratara de un mal alumno que superó el límite de las amonestaciones, de manera que su salida de la formula de reelección era un hecho que se concretó.

La interna en el gobierno se acrecienta más, se recrudece la pelea interna y nadie sabe como pararla, en medio de una crisis institucional y política, producto de la irresponsabilidad para administrar el estado y la notoria falta de gestión que se exhibe en la actualidad, muy en sintonía con la anomia del gobierno nacional.

Muchos confían en los enormes recursos del gobierno para conservar el poder, habrá que ver si esta vez le alcanza. La historia catamarqueña indica que cuando el poder central de nuestro país decide que cambiemos de color político, el gobierno de Catamarca cambia de dueño.