La misiva menciona que en ese lugar ocurrieron varios hechos importantes, como la adecuación de las habitaciones para realizar misas, además que en ese sitio tuvieron encerrados a Moctezuma II, Cuitláhuac, el señor de Iztapalapa; Cacamatzin, el tlatoani de Texcoco, e Itzcuauhtzin, señor de Tlatelolco.
Otro momento importante fue que luego de la matanza de la fiesta de Tóxcatl, en el Templo Mayor, los españoles usaron ese lugar para resguardarse de la furia de los mexicas y ahí los tuvieron sitiados hasta que huyeron el 30 de junio de 1520.
Con la caída de Tenochtitlan, los españoles obligaron a los mexicas a derrumbar con sus manos templos y palacios y con los mismos materiales construyeron la nueva ciudad, por eso es que el palacio de Axayácatl se convirtió en las Casas de Hernán de Cortés que fueron sede temporal del primer Cabildo de la Nueva España en 1525.
Cuando Cortés murió, la casa fue heredada por a su hijo Martín Cortés Zúñiga, pero, según explicó el INAH, éste fue expulsado de la Nueva España al ser parte de una conspiración para apoderarse del gobierno.
Finalmente, las Casas de Hernán de Cortés quedaron en manos de una representante legal quien las vendió al Sacro Monte de Piedad, en 1836.
El INAH señaló que estos restos se pudieron encontrar en el patio principal del patio principal del Nacional Monte de Piedad luego de realizar una excavación de 12 pozos de sondeo de 1.50 metros de profundidad ya que en esa zona se realizaban obras para reforzar las columnas que soportan el primer piso del edificio.
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