Cuando el martes pasado iba a realizarse su visita para dialogar con los concejales y organizaciones ambientalistas según lo anunció el mismo Gobernador, y que al no cumplir con esa visita diga que finalmente vendría este martes 12 de abril, y que tampoco lo haga, habla de un cierto temor del Gobernador Raúl Jalil a lo que pueda encontrarse en tierras andalgalenses dónde está candente la cuestión minera.

Decir que el Gobernador hoy no puede caminar tranquilamente por las calles de Andalgalá nos hace preguntarnos el por qué de ello, y más aún nos hace ver que el mismo Gobernador es consciente de su falta de aceptación y su atropello constante con respecto a su política minera que agrede a los vecinos que defienden la vida y el agua.

Quizás el Gobernador Raúl Jalil debería cambiar de asesores o simplemente ser más cauto en sus declaraciones y accionar, ya que ello lo llevó al escenario político que hoy vive sin poder pisar suelo andalgalense tranquilamente y con una imagen desgastada porque no comprende la realidad de Andalgalá.

Quizás el Gobernador Raúl Jalil deba pedir disculpas al pueblo y ponerse a trabajar por los intereses de la gente, de los vecinos, y no defender a las empresas transnacionales que vienen a llevarse las riquezas naturales que poseemos.

El agua es hoy en el mundo, el recurso más importante y lo seguirá siendo a futuro, pero en Catamarca este Gobernador se lo cede a los emprendimientos mineros como un bien barato mientras la gente sufre la falta de agua potable para cuestiones domésticas y de subsistencia.