Con buen tino, el jueves pasado el Gobernador Raúl Jalil, pidió a la cúpula local de ANSES la suspensión del evento político en Valle Viejo. Donde el corpaccista Enzo Carrizo,  pretendía inaugurar un Punto de Contacto, que generó una vez más un escándalo interno.

El jueves, un empleado de la UDAI Catamarca, viajó hasta la Provincia de Tucumán a buscar al equipo de Raverta; -aún está en duda, si los mismos contaban con hisopados previos-, tal cual lo establece los protocolos del Ministerio de Seguridad y de Salud. Sin embargo, el traslado se realizó como en tiempos normales. El resultado: el empleado que hizo de chofer, dio Covid positivo. Y desencadenó una sucesión de contagios entre los empleados, hasta el punto que tuvieron que cerrar la dependencia que funciona en calle Esquiú.

Esta situación, sirve para dimensionar la falta de cumplimiento de los protocolos a nivel oficial, mientras se le exige a la sociedad un nuevo esfuerzo, con comercios y actividades cerradas, como las escuelas. Mientras este tipo de funcionarios con plena impunidad buscan obtener un rédito político, en medio de una Etapa Roja y mayores restricciones.

Estas situaciones, que la mayoría de la ciudadanía desconoce, ponen al descubierto el manejo irresponsable de ciertos funcionarios provinciales, que no están a la altura para desempeñarse en el cargo.

Valle Viejo: cerrado

Lo peor de este episodio, es que Carrizo, cómo no pudo inaugurar con Raverta la oficina, y por ende no pudo obtener la foto que le permitiría un rédito político, decidió no abrir el Punto de Contacto de ANSES en Valle Viejo, sin importar la situación de miles de beneficiarios del departamento.

La oficina de Valle Viejo, ubicada en la Terminal, ya cuenta con lo mínimo indispensable a nivel operativo para funcionar, pero como “los políticos” no pueden inaugurarla la cierran, sin contemplar que las personas en esta etapa, no pueden trasladarse, tomar un colectivo, para realizar un trámite o consulta, cuando en realidad podrían hacerlo en el lugar.

La situación de ANSES, es importante por la dimensión política del organismo nacional y por la diversidad y cantidad de público que asiste, en un momento clave. Las restricciones y protocolos, no son para todos por igual. Y la gente puede esperar.