El primer capítulo es sobre “Compost”, un proceso de transformación natural de los residuos orgánicos, para obtener un abono natural utilizado para contribuir nutrientes a la tierra.

“Nuestros residuos domiciliarios se componen en un 40% y 50% de residuos orgánicos y si los dividimos en grandes categorías, encontramos los residuos secos, dentro de los cuales hay muchos que son reciclables y los húmedos, que en su gran mayoría son compostables”, explica Natalia Mazzei, conocida como “Eco intensa” , en su cuenta de Instagram.

¿Cuales son los residuos que pueden compostarse?

Cáscaras de frutas, verduras, restos vegetales de los mismos, semillas de calabaza, cáscaras de huevos, hojas secas, cartón, yerba, te, papel, entre otros.

¿Cuales no?

Plástico, vidrio, carnes, lácteos, aluminio, restos de comida cocida.

¿Cual es la diferencia del compostaje y tirar el residuo a la basura?

“Cuando tiramos a la basura, metemos los residuos orgánicos en una bolsa de nailon, éste va a parar, en el mejor de los casos, a un relleno sanitario y ahí ese residuo orgánico se va a pudrir en la bolsa, quién sabe por cuánto tiempo, largando gas metano y ocupando espacio del planeta”, agrega la influencer.

Por eso, la alternativa que plantean es compostar los residuos orgánicos. El proceso lo que intenta lograr es imitar la forma de actuar de la naturaleza, ya sea en la tierra o en un recipiente. En tierra se debe hacer un pozo y ahí tirar las sobras orgánicos, se recomienda tamaños chicos porque tardan menos en descomponerse, así hay muchas bacterias y microorganismo que empiezan a comerse este residuo biodegradable y de esa manera desaparece. Otra opción es hacer una compostera en un recipiente con una abertura en la parte superior, donde se va a colocar los restos de comida, la poda del jardín y luego ubicarlo en un lugar del patio o terraza.

El segundo capítulo hace hincapié en la “Separación de residuos”, explicado por Agustina, conocida en las redes como “Blonda verde”. El sistema de recolección de reciclables de nuestro país tiene un triple impacto: ambiental, económico y social.

“Dejar de ver a nuestra basura como basura, ya que es un recurso que se puede transformar en otras cosas”, remarca la ambientalista e indica cuales son los materiales que debemos separar, limpios y secos, hasta que termine la cuarentena, para enviarlos a los distintos puntos:

• Vidrio : botellas de vino, salsa de tomate, frascos de mermelada.
• Papel y cartón : sacarle la forma de caja y darle menos espacio para apilarlas.
• Tetrabrick: limpiarlo bien y sacarles la forma de caja.
• Metales, aluminios : latas de cerveza, tapas de aluminio, entre otras y apilarlas.
• Plásticos: no todos son iguales, se dividen en 7 categorías y por eso es visto como “un mundo aparte”.

A su vez, es un buen momento para empezar a separar residuos y juntar los plásticos en las conocidas "botella de amor":

• Llenar una botella vacía con plásticos de un solo uso (paquetes de fideos, arroz, snacks, galletitas, bolsas de plástico, sachets de leche,entre otros) .
• Comprimir lo más posible con la ayuda de una cuchara de madera, varilla o cualquier elemento que permite hacer presión.
• Debe pesar 500 gramos.
• Llevar la botella a un centro de acopio.
• Luego, se transformaran en madera plástica y se crean muebles.

La fundación “Llena una botella de amor”, surgió en Colombia. Es una entidad sin fines de lucro, dedicada al desarrollo sostenible mediante el aprovechamiento de residuos.En Argentina tiene su sede en Bernal, Buenos Aires.