La señora Antonieta Cattaruzza comentó que durante la Fiesta del Poncho la ocupación hotelera fue muy buena y que en la Capital tuvo un promedio del 90 por ciento y en el interior un 70, casi los mismos porcentajes del año pasado.

Remarcó que lo notable de este año fue que los fines de semana del Poncho, cuando se realizaban los espectáculos, hubo muchísima gente, tanto que hasta quizás haya tenido que ir a buscar alojamiento en localidades cercanas, y esto se debió a que la Fiesta del Poncho es una marca registrada.

Manifestó que como empresaria gastronómica tiene que vivir el día a día y que ahora, con un país con tanta imprevisibilidad, diría que lo ideal es zafar cada día y añadió que el nivel de reserva para estos días está entre el 50 y el 60 por ciento debido a que los porteños recién están con las vacaciones de invierno, entonces van a tirar una semanita más.

Expresó que con el azar de cada día no se puede proyectar a futuro porque ninguna pyme puede crecer sin ningún tipo de financiamiento, en este sentido debería haber más seguridad y tasas más bajas y agregó que el crecimiento es inviable hasta que no haya claridad, tal vez hacia fin de año.

Aseguró que el empresario jamás espera nada del Estado, menos los que tienen que ver con la hotelería y la gastronomía, es más, el Estado muchas veces le compite con eventos, de igual manera, tiene un buena relación con los funcionarios porque está convencida de que al carro hay que tirarlo juntos.

Por último apuntó a que el trabajo de los gastronómicos crea, en mayor o menor medida, depende de la temporada, un ingreso permanente de plata. Dijo que sí sería importante que paguen un poco menos de impuestos y que a veces se sienten contenidos por el Estado y a veces no.