Todos los derechos sanatoriales (tendremos que investigar en la ciencia Jurídica, ésta nueva rama del derecho público) y medicamentos  de todos los "módulos senatoriales". Sería mejor llamar a la cosas por su nombre. La OSEP, en un acto de extrema liberalidad ha resuelto aumentar un 15 % las prestaciones de valor fijo y los aranceles. Por lo visto "Plata hay".

Entonces es muy fácil resolver y favorecer. Irrita porque la resolución en cuestión choca con intereses y con un concepto olvidado, ex profeso, como es la ética pública.  En tiempos de pandemia, quienes más sufren son los habitantes, no los prestadores cuya necesidad se expone pero nadie la puede comprobar. Detrás de la necesidad aparece el crédito, el recurso financiero , la autarquía y el basamento legal y así todos se van al cielo. Con los dineros públicos todos son generosos.

Claro con un "Considerando" tan concreto y letal, porque además el 15 por ciento de aumento a los prestadores, por prestaciones fijas, aranceladas, llamados "derechos sanatoriales" vaya a saber por qué jurista iluminado, el fiel y obediente Director de la OSEP le reconoció la retroactividad del emolumento al 1 de julio, en una actitud más que generosa. Aprueba, retrotrae, amplía el presupuesto, ordena el pago y avisa. ¿No será mucho?

Todo demasiado prolijo e irritante, porque además de la ética pública, la que está en juego es la la ética de la salud pública que se centra en el diseño y aplicación de medidas para la vigilancia y mejora de la salud de las poblaciones y ésta no parece ser una medida justa y equitativa en tiempos de pandemia, por más que invoquen la emergencia sanitaria como argumento principal para disponer de los fondos públicos de ésta forma.