A sus siete meses de gestación, en un estudio de rutina, se detectó que tenía una cardiopatía congénita. Esto llevó a que sus padres viajen de inmediato a Buenos Aires.
Las prácticas realizadas no lograron revertir el cuadro clínico de Tomás y las complicaciones generaron la necesidad del trasplante, por lo que su familia inició una campaña en las redes sociales para concientizar sobre la necesidad de donar órganos.
“Al inicio se le realizó una cirugía cuando estaba en la panza de su mamá para intentar salvar el ventrículo izquierdo, dos semanas antes de que naciera. Nació el 5 de marzo y a los dos días le hicieron el primero de siete cateterismos. Lo principal que tuvo él fue una estenosis aórtica, de eso derivaron varias cosas. Si no se hubiese hecho la intervención a los siete meses, él hubiese tenido un corazón hipoplásico, lo mismo que tuvo Fermín. Lograron salvarle el ventrículo pero no curarlo del todo y se fue debilitando, al punto de que su corazón necesita un trasplante”.
La familia de Tomy mantiene la esperanza de conseguir “el milagro” que le permita mejorar su condición de vida.
“Tomas está en emergencia nacional, debe ser el bebé más chiquito, conseguir un corazón para un bebé tan chiquito es muy complicado, Tomy necesita un donante de peso similar al de él. Si ya hubiere un donante, ya se podría operar, es cuestión de esperar. Si el bebé comienza a empeorar, no se puede hacer ninguna cirugía, no se lo puede ayudar con nada, solo un corazón lo va a salvar”.
“Tomy se ríe todos los días, se despierta y nos regala una sonrisa que nos fortalece. Está lleno de vida”, con la esperanza de un milagro.
Comentarios