El movimiento de la patrulla naval fue para sumarse a los esfuerzos locales contra el narcotráfico, se informó. La medida fue ordenada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

El buque Toba había participado en la lucha contra el contrabando en la frontera con Paraguay. La unidad fue adquirida en 2017, cuando Bullrich se desempeñaba como ministro de Seguridad del expresidente Mauricio Macri (2015-2019). Puede alcanzar una velocidad de 47 nudos (75 kilómetros por hora) y está armado con una ametralladora pesada calibre 12,70 y dos ametralladoras calibre 7,12. El Toba tiene 25 metros de eslora y una manga de 6 metros

“Este barco se utilizará para luchar contra el narcotráfico. Este tipo de flota está compuesta por 4 guardacostas en total que se dividen entre Misiones y Corrientes. Ahora nos enviaron aquí para combatir el problema y realizar diferentes operaciones”, dijo un jefe de la Guardia Costera según los medios locales.

Meses atrás y mientras el narcotráfico escalaba en Rosario, el entonces ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, dijo que las unidades fluviales compradas por Bullrich eran “un pedazo de chatarra, que no navega ni en el río ni en el mar”. También los comparó con “un libro sin tapa y sin página”. Las cuatro patrulleras costeras fueron compradas a Israel por 49 millones de dólares.

Mientras tanto, el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, escribió en X que lo que estaba sucediendo en Ecuador podría replicarse en Rosario, donde reinan los narcotraficantes, por lo que hizo reubicar a su familia. Ecuador “debe ser un llamado de atención para nuestro país”, afirmó Pullaro, quien fue ministro de Seguridad de Santa Fe entre 2015 y 2019. “Tenemos que demostrarle a las organizaciones criminales que el Estado es más fuerte”, añadió. “Si no actuamos rápidamente, se extenderá por todo el territorio [argentino]”.

Ha sido intimidado por los narcotraficantes desde que ordenó una gestión al estilo Bukele de los condenados por narcotráfico en la provincia.