Alberto Avellaneda, periodista de Catamarca, a través de Facebook dirigió a una productora periodística que llegó a la provincia a filmar para Netflix una serie documental sobre el Caso María Soledad Morales.

La publicación

“Retiro mi autorización a utilizar de cualquier manera mi nombre y el material de mi archivo audiovisual concerniente al caso, bajo apercibimiento de acciones legales”, advirtió Avellaneda. En diálogo con El Ancasti, el periodista explicó que hay un malestar de la familia por “prácticas sensacionalistas y técnicas de difamación de la víctima”.

Según Avellaneda, dijo recibir una comunicación de la productora pidiendo hacer una nota filmada sobre el caso.

También trascendió un pedido de la monja Martha Pelloni a las actuales autoridades del Colegio (del Carmen) de que extremen las precauciones sobre los registros fílmicos, “fue unánime el sentimiento de varios periodistas de no prestarnos a la reiteración de las solapadas prácticas de difamación bajo el pretexto de mostrar las dos caras de la verdad”. “En mi caso personal, tomé la decisión de no acceder al requerimiento periodístico y de intimar al equipo de Netflix a la no utilización de mi archivo audiovisual sobre el caso, anticipándoles el inicio de acciones legales en caso de su empleo”, agregó.

También trascendió que la famosa productora habría ofrecido una compensación económica a la Señora Ada Morales y que esas cuestiones surgían de comentarios de las redes. También llamó la atención de el periodista que en las entrevistas se hablara de los detalles escabrosos de la vida íntima de María Soledad y los comentarios hirientes de los dos principales condenados en el caso. Una situación impensada que está generando polémica y promete nuevo capítulos, entre los intereses de la productora, la familia Morales y el periodista en cuestión.