El Presidente recorrió Catamarca, donde participó del acto por los 200 años de la autonomía de la provincia. Al comienzo de la visita estuvo en la fábrica textil Confecat, que elabora ropa y calzado de trabajo desde 1982. No obstante, el gobierno de Jalil se ocupo cuidadosamente de que el Presidente de la Nación no tenga contacto con quienes manifestaban en señal de repudio por los sucesos del Oliva Gate y la cuarentena más larga del mundo, que tuvo y tiene consecuencias nefastas tanto en cuanto a la salud pública, el plan fallido de vacunación y los desastres que se produjeron y producen en la economía.

Aun así en determinado momento, el presidente Alberto Fernández fue duramente insultado a su paso ante numeroso público que se hallaba contenido por las vallas y la propia policía. Sin lugar a dudas, la imagen del presidente de la Nación se encuentra en el peor momento desde que asumió y el ciudadano de a pie, sea en Catamarca, Salta, Tucumán o cualquier provincia que visite, recibe el repudio generalizado.

Cada vez que pudo expresar algún concepto autorreferencial de su gobierno, el presidente Alberto Fernández afirmó continuo con el relato que ya la gente no compra, por ejemplo afirmó que en el país "hay reactivación porque hay vacunas" y dijo que dar impulso a la economía y "crear trabajo son parte de la agenda" que sigue el Gobierno. Sin embargo, la realidad de la provincia de Catamarca es desesperante por cuanto la pandemia se encargó de fulminar casi la totalidad del sector privado.

Fernández participó en Catamarca del acto por los 200 años de la autonomía de la provincia, en una visita que se inició con una recorrida por instalaciones de una empresa emblemática del distrito y en la que reafirmó que "reactivar, mejorar la economía y crear trabajo" son ejes clave de su agenda de Gobierno.

La visita a Confecat

"Lo que más sueño es ver esto: una Argentina que produce, que da trabajo, una Argentina que consume, que exporta y en eso estamos empeñados", expresó Fernández al visitar la fabrica textil más importante de Catamarca. El entorno de Cristina Fernández de Kirchner y la propia vicepresidente han sacado a al presidente de la esfera metropolitana y lo han lanzado a efectuar la recorrida por las provincias. Dicho en criollo, han obligado a Fernández a recorrer el interior del país porque en Buenos Aires y el gran Buenos Aires son tan hostiles con él, que no le quedó más remedio que hacer la gira forzada por el interior. Ni La Cámpora, ni el kirchnerismo toleran la presencia de Fernández en ningún acto partidario de campaña.

En el marco de esa gira, el mandatario llegó a Catamarca como formando parte de una agenda federal que ya lo llevó el lunes último a San Juan y que continuará el viernes próximo en La Pampa. Fernández recordó que tuvo que hacer un "enorme esfuerzo" para afrontar la pandemia de coronavirus a partir de marzo de 2020, a pesar de que el Frente de Todos había asumido el Gobierno con la ilusión de "poner a la Argentina en pie en tres meses".

Fernández, acompañado por los ministros de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, fue recibido por el gobernador, Raúl Jalil, y por el intendente local, Gustavo Saadi.

También participaron de las actividades los gobernadores de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, y de La Rioja, Ricardo Quintela, y la exgobernadora y actual diputada nacional Lucía Corpacci.