Durante la entrevista hizo referencia a distintas cuestiones. Por ejemplo se refirió a que las farmacias bonaerenses van a importar y entregar aceite de cannabis bajo receta médica y un poder especial del enfermo, con lo que se simplifica el trámite legal.

Expresó que ésta posibilidad no le genera ninguna expectativa, toda vez que el aceite importado es carísimo y no es necesario importarlo porque se podría producir tranquilamente en el país, no solamente para las personas que tienen epilepsia refractaria, como su hija, sino para los enfermos de cáncer, reuma, artrosis, artritis, fibromialgia y de todas las dolencias que alivia el cannabis.

Agregó que esto no es más que continuar con el negocio de la importación, que a muchas familias las tiene sumidas en deudas hasta las orejas porque los aceites importados son carísimos y como se producen a nivel industrial tienen pesticidas, entonces, si le ofrecen el aceite Charlotte, que es el que han elegido, les diría “no gracias, prefiero seguir utilizando el que se hace en Catamarca porque sé que no va a tener plaguicidas y no va a ser tratado industrialmente, sino de manera artesanal, casi casera, como lo podría hacer en su casa, que no lo va a poder hacer porque no tiene tiempo y tampoco sabe elaborarlo”.

Explicó que con su hija llegó a esta instancia porque la epilepsia hace que el cerebro produzca descargas eléctricas incontrolables e impredecibles, los chicos empiezan a sacudirse, no se los puede parar, empiezan a ahogarse y se mueren y añadió que hay chicos que tienen convulsiones seguidas y muy intensas y no las pueden parar con ninguna medicación.

Es así, que ante esas circunstancias, aconsejan los médicos que en esos casos es conveniente inducirlos a un coma farmacológico, pero han visto que el cannabis logra controlar la cantidad e intensidad de esas convulsiones, incluso hasta hacerlas desaparecer, lo cual no quiere decir que el chico se cure, esto no se cura sino que se controla.

Señaló que en la provincia no se ha podido avanzar con un marco legal para la producción porque la ley nacional no lo permite, solo permite la importación con fines compasivos para pacientes con epilepsia refractaria y apuntó que lo que se produce en la provincia puede ser legal o no porque el juez penal tiene perfecto conocimiento de quién, cómo y dónde se está produciendo aceite de cannabis porque hace dos años se presentaron ante él y quedó todo perfectamente blanqueado.

Advirtió que el aceite de Charlotte no sirve para todas las epilepsias porque la refractaria no es la única que existe y que el problema de base es el tetrahidrocannabinol (THC), que está prohibido por ley al ser un componente psicoactivo, porque no se va a poder combinar con el cannabinoides (CBD), entonces se van a poder aliviar, y en parte, muy pocas formas de epilepsia, nada más.