“Se apropian del Estado para cometer los actos más impúdicos y, cual feudo medieval donde solo hay señores y vasallos, degradan las instituciones para imponer sus propias leyes de impunidad y privilegios”, fustigó.

Luna, manifestó que “las fiestas clandestinas en la quinta de olivos, además de una burla a la gente,  es otra muestra indubitable y clara de los arrebatos dañinos y perjudiciales de quienes, con obsceno cinismo, se manejan como déspotas, mofándose de la leyes, la Constitución y las propias normas y reglas que, mientras se revuelcan en la indecencia, ellos mismos firman y dictan para los demás”.

Al calificar como “lamentable y vergonzoso los escandalosos episodios que el gobierno nacional, con Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner a la cabeza, están ofreciendo”, dijo que “es penoso y triste que se haya perdido toda seriedad, cordura y respeto”.

Indicó que “la bufonada y su vocación a delinquir desde el Estado es ínsito a su naturaleza, condición de casta privilegiada que es propia también de quienes en los gobiernos provinciales afines abrevan del ideario y las prácticas kirchneristas”.

“Es una mentira tras otra, todos los días es un cambalache en el que azorados nos enfrentamos con un  escándalo nuevo, en el fétido lodo de la inmoralidad”, añadió.

“¿Qué van a decir ahora, qué explicaciones van a ofrecerle a la sociedad, de qué se van a disfrazar?”, desafió.

Puntualizó que “es hasta tragicómico que el perro de Alberto Fernández haya tenido adiestrador presencial y los chicos sin poder ir al colegio, o que mantuvieran encerrada a la población mientras ellos se embriagaban en la opulencia y el banquete, como si el país fuese un carnaval”.

Consignó que “las bacanales reuniones sociales en plena cuarentena en la quinta presidencial es un capítulo más de una larga historia de obscenidad e indecencia, campeando la vulgaridad, la grosería, la mediocridad, que agravia y deshonra la investidura y autoridad presidencial”.

Subrayó que “es típico de ellos, no tienen límites éticos, dicen una cosa y hacen todo lo contrario desde las sombras, en la clandestinidad, como con los bolsos y negociados que hacen con los dineros públicos”.

“Suelen decir que la historia ocurre dos veces, la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa, el kirchnerismo se encargó de que ambas situaciones sucedieran al mismo tiempo”, reflexionó.

Luna, alertó que “estamos en una instancia clave de la historia institucional de la Argentina, porque nos enfrentamos al peligro y la amenaza de que la democracia sea convertida en la herramienta para que aquellos,  sin escrúpulos y sin principios, gobiernen a los pueblos sin memoria”.

Proclamó, finalmente, que “los argentinos debemos practicar el saludable ejercicio de la buena memoria para que una banda de facinerosos no lleve al país al desastre total”.