Daniela Pérez, la contadora que fue acusada de generar destrozos en el bar “Callejeros” a principios de junio, volvió a protagonizar un hecho de violencia hoy cuando embistió con su automóvil la camioneta de su expareja, generando severos daños materiales. para hablar con propiedad se trató de un caso de Violencia Familiar.

Los abogados indicaron que además de Sanz, en la camioneta BMW también se encontraba el hijo de la pareja, de 5 años, quien habría quedado en estado de shock por el accidente y la posterior discusión de sus padres. Lógico. Existen actuaciones judiciales pero al menor lo han ignorado. Independientemente del conflicto entre los padres, el hijo es menor y la tutela del menor sobrepasa los intereses de los padres que es evidente que no están en condiciones de ocuparse de él y la actuación judicial no lo ha contemplado.

Presenciar y ser víctima de un acto de extrema violencia provocado por sus progenitores, es causal para poner en suspenso la patria potestad y designar un tutor, hasta tanto los padres ajusten sus conductas a derecho. Caso contrario, los padres y el sistema le estará causando un daño irreparable en la psiquis del niño, incluso con consecuencias que lo puede afectar para toda su vida.

Según contaron testigos y los abogados del damnificado, el hecho ocurrió pasadas las 19 frente al mismo bar ubicado en Av. Recalde. En el lugar habría estado Pérez en su vehículo marca Audi, quien al percatarse del arribo de su expareja en su camioneta, lo embistió de frente generando daños en ambos rodados.

Sería interesante que la Justicia pusiera un freno verdadero a la situación que puede terminar de la peor manera. En el título de la presente nota nos preguntamos ¿Por qué pelea la contadora? No hay muchos misterios al respecto. Lo hace por celos, por infidelidad, por dinero o por venganza. El ordenamiento jurídico tiene todas las figuras previstas para que dos personas que deciden separarse, lo hagan en el marco del ámbito privado.

Si la Justicia, que ya está interviniendo, permite que sucedan estas cosas y que encima sean reiteradas, quiere decir que falla, no el sistema, sino quienes lo administran. Deben entender que no puede haber un tercer episodio. No lo pueden permitir por cuanto por cuanto los bienes jurídicos tutelados exceden el ámbito del derecho de familia.

El hombre, de apellido Sanz, es copropietario del bar en el que a principios de junio irrumpió la mujer y generó destrozos valuados en aproximadamente un millón de pesos.

Luego del hecho ocurrido en junio se abrió una causa penal contra la mujer quien tenía orden de restricción y no podía acercarse al bar, por lo que lo ocurrido hoy agravaría su situación judicial. En el punto, una persona que tiene ese tipo de medida sobre su persona e igual infringe la cautela, es porque es evidente que se podría estar frente a una persona con las facultades mentales alteradas en cuyo caso debería intervenir un forense del área de psiquiatría. No sabemos porque pelea perez, sí sabemos que Pérez necesita ayuda y el Estado a través del Poder Judicial esta fallando.

Todos los involucrados advierten que los hechos son muy preocupantes, reiteramos, porque los derechos del niño son superiores a cualquier diferencia que puedan tener sus padres, pues se puso en riesgo la vida del niño. El error es instar a una nueva acción penal, porque la Justicia Criminal no dará las soluciones que Daniela Pérez está pidiendo de la peor manera o de la única que forma que puede. Las personas con graves alteraciones emocionales o con desórdenes de la personalidad no necesitan actos punitivos jurisdiccionales, sino un tratamiento, asistencia psiquiátrica o psicológica.