Un misterioso "bolso deportivo" que llevaba Valdés en su auto la noche del 9 de septiembre cuando fue atacado a balazos a la altura del kilómetro 253 de la autopista -luego secuestrado en un allanamiento en la PFA- puede constituir una de las "claves" del caso, añadieron los informantes.

El comisario Valdés fue imputado por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público, encubrimiento agravado, retardo de justicia y sustracción o inutilización de prueba, en concurso real con falsedad ideológica de instrumento público y falso testimonio.

En la misma audiencia, fue imputado el segundo en delegación Santa Fe de la PFA, subcomisario Alberto Higinio Bellagio, quien fue acusado por su parte por sustracción de prueba, incumplimiento y omisión de sus deberes y encubrimiento agravado, por lo que también permanecerá con prisión preventiva por otros 90 días, precisaron las fuentes.

Valdés fue baleado a las 20.50 del lunes 9 de septiembre cuando conducía un Ford Focus en compañía de la suboficial Roxana González con dirección hacia Rosario, a la altura de la localidad santafesina de Villa Constitución.

El jefe policial recibió un disparo en la ingle y otro en el brazo derecho y declaró que una camioneta "gris o negra" se detuvo delante de su auto, bajaron tres encapuchados y los atacaron. Además, circunscribió los hechos a un intento de robo "a voleo".

Sin embargo, uno de los fiscales del caso, Matías Edery, dijo que una pericia determinó que "el tiro (en la ingle) se lo da con su arma reglamentaria y se produjo dentro del auto", lo que consideró "una prueba objetiva".

Edery y la fiscal Eugenia Lascialandare revelaron en la audiencia imputativa de hoy en la que fueron acusados Valdés y Bellagio, que el comisario habría mantenido un contacto previo con sus atacantes.

"En un video se lo ve bajar en la estación (de servicios) de Ramallo. De ese lugar sale una camioneta con las mismas características que él menciona como la que lo atacó un rato después", dijo Edery.

Agregó que la suboficial González declaró que cuando paran en la autopista cerca de Villa Constitución, Valdés bajó a dialogar con tres personas.

"No sabemos si se conocían, tenemos una declaración de González que dice que él se baja, tiene un diálogo que se transforma en una discusión y después se producen los tiros", añadió el fiscal.

Además, los investigadores señalaron que tras ser herido, tanto Valdés como González hacen varios llamados, pero "ninguno al 911".

Entre esos llamados, el comisario contacta a su segundo en la sede Santa Fe, Bellagio, quien llegó al lugar una hora después y se llevó un bolso que transportaba el jefe herido.

"Se sustrajo un bolso de la escena del hecho, que estaba en el auto baleado, que a la postre termina en un allanamiento que se hace en la delegación Santa Fe de la PFA", dijo Edery, y aclaró que cuando fue secuestrado estaba vacío.

Consultado tras la audiencia acerca de si se trataría de un elemento "clave" en el hecho, dijo que "no lo sabemos, podría serlo como no", pero ratificó que "hubo una manifiesta intención de sacar ese bolso del auto".

Por esa razón y por las "inconsistencias" de la declaración del comisario en relación a la evidencia recogida por los pesquisas, los fiscales acusaron a Valdés y a Bellagio de interferir en la investigación con intención de "desviarla".

Mientras tanto, continúan la pesquisa para determinar quiénes fueron los atacantes y cuál fue el móvil de la balacera.