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Policiales

Crimen de Fernando Baéz Sosa: ¿Qué puede pasar con los rugbiers?

El juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa comenzará el próximo lunes 2 de enero en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Dolores. El joven, de 18 años, recibió una golpiza mortal a la salida de un boliche de Villa Gesell y por el crimen fueron acusados ocho jugadores de rugby. Los atacantes podrían recibir cadena perpetua y del debate participarán más de 130 testigos.

Uno por uno, todos los acusados del crimen de Fernando Báez Sosa

Máximo Thomsen (23 años): es quien está acusado de darle a Fernando golpes de puño y por lo menos dos patadas en la cabeza, cuando la víctima ya estaba tirada en el suelo. Lo filmaron atacando y escapando de la escena del crimen. Un informe reveló que una zapatilla de él, la cual tenía sangre, impactó en la cara de Báez Sosa.

Ciro Pertossi (22 años): los investigadores creen que empujó a Fernando. En una filmación tomada por Lucas Pertossi, se lo ve atacando a la víctima por la espalda y dándole golpes de puño.

Enzo Comelli (22 años): es otro de los que apareció en el video de Pertossi. Para la Justicia, es uno de los primeros atacantes, junto a Ciro. De acuerdo a las imágenes, golpeó a los amigos de Fernando para evitar que pudieran defenderlo.

Blas Cinalli (21 años): también está presente en las grabaciones, en las cuales se lo ve golpeando a Tomás, otro amigo de Báez Sosa, con piñas y patadas. Las autoridades creen que tuvo un rol secundario en el crimen. Encontraron material genético de él en las uñas de Fernando.

Matías Benicelli (23 años): la Justicia lo ubica como “el arengador” en medio de la golpiza a Fernando y Tomás. Un peritaje de ADN lo complica en la causa, ya que se encontró sangre de la víctima en su camisa.

Luciano Pertossi (21 años): está acusado de participar en la pelea adentro del boliche y su ropa se encontraba dañada. Tanto él como Alejo fueron expulsados por una puerta distinta al resto de los imputados. Fue uno de los últimos en llegar al ataque y se lo puede observar en grabaciones dándole golpes a un amigo de Fernando. Todavía no se sabe si atacó o no a Fernando. La fiscal lo ubica golpeando a los amigos.

Lucas Pertossi (23 años): el camarógrafo del grupo. Era quien filmaba los ataques de la patota y la Justicia lo señala por grabar el comienzo de la golpiza, para luego sumarse a la misma. Lo colocan como agresor de Tomás.

Ayrton Viollaz (23 años): es el único que al momento de la detención no tenía celular, ya que lo vendió para poder viajar con sus amigos. Al igual que el caso de Matías Benicelli, está acusado de tener el rol de “arengador”. No se lo ve golpeando a Fernando ni tampoco a sus amigos. Pese a esto, estaba muy cerca de Thomsen al momento del ataque mortal.

Juan Pedro Guarino (22 años): estaba con el grupo en el boliche y en el momento que son expulsados. En la agresión se lo ve cruzado de brazos a metros del hecho. Espera a sus amigos y se va con ellos del boliche hasta la casa que alquilaban. Poco después, le mandó un mensaje a su novia, diciéndole que volvía para Zárate. La Justicia lo liberó por falta de mérito en el ataque.

Alejo Milanessi (21 años): es el único rugbier que no fue registrado en la rueda de reconocimiento y tampoco es ubicado en la escena del crimen. Debido a que él y Luciano fueron expulsados por otra de las salidas de la discoteca, los investigadores creen que nunca llegó a la pelea. Se lo observa esperando al resto y yendo con Ayrton para la casa. Está en libertad por falta de mérito, al igual que Guarino.

Quién era Fernando Báez Sosa, el joven solidario asesinado a golpes por rugbiers en Villa Gesell

Fernando Báez Sosa nació el 2 de marzo de 2001 y era el único hijo del matrimonio que conformaron Silvino Báez, portero de edificio, y Graciela Sosa, quien se dedica al cuidado de adultos mayores. Si bien vivía en Recoleta junto a sus padres, se graduó del secundario gracias a una beca en el colegio Marianistas de Caballito. Era un joven sencillo, de clase media, con grandes aspiraciones por delante.

Una vez que terminó el secundario, comenzó el Ciclo Básico Común en la Universidad de Buenos Aires para la carrera de Derecho. Allí, conoció a su novia Julieta Rossi con quien llevaba diez meses de relación antes su trágico asesinato. Su madre comentó públicamente en varias oportunidades que Fernando sentía una gran admiración por el abogado Fernando Burlando. Lo que nunca imaginó ese joven es que su ídolo terminaría siendo quien defendiese su muerte.

 

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