Vivir en las tinieblas

Catamarca es una de las provincias con menor acceso a la información pública. Todo es oscuro, se vive en las tinieblas, muy pocos datos, cero transparencia, no tan solo en ámbitos del poder ejecutivo sino también en el poder legislativo y judicial. Y suceden hechos y los hechos son sagrados, donde el deterioro de la calidad de vida ya es muy marcado. La gente está sufriendo privaciones de todo tipo. El sueldo sólo alcanza hasta mediados de mes, y a partir de allí, son quince días de martirio para llegar al siguiente cobro que, producto de la alta inflación que no cesa, va carcomiendo el poder adquisitivo, haciendo estragos en las economías familiares, que sin pausa van entrando en un estado de desesperación alarmante y caótico. Esos hechos, vislumbran un contraste que puede tornarse tan peligroso como el del año 2001, el "que se vayan todos", si se observan con detenimiento los niveles de vida de la casta política y los del pueblo de a pie. Las diferencias están a la vista y son notables.

Mientras los políticos viven en un mundo de ensueños, el del confort y la holgura, estado de bienestar que alcanza a unos pocos, el resto de la población vive un parto cada día y sin anestesia. Para poner un ejemplo, cada diputado catamarqueño le cuesta al fisco USD 31.000 (dólares blue, $ 11.625.000) por mes, entonces ellos y sus sequitos tienen la tranquilidad de las cuatro comidas, tarjetas de crédito, vacaciones pagas, educación y salud privada. Todo lo cual les da aire para ir componiendo el rompecabezas al que la militancia le llama el armado y que a muchos de ellos los mantendrá con los mismos privilegios actuales, en tanto que otros, en el contexto actual, observan que en las próximas elecciones, tienen la oportunidad de acceder a ese sector privilegiado de la sociedad. Están armando, eso se nota a la distancia, afilan los cuchillos, elucubran alianzas e imaginan escenarios. Claro, lo pueden hacer sin problemas, no tienen contratiempos financieros personales. Puesto en observador, se observa que la gran torta está en la cocina y sobresale la repetida puja del radicalismo vernáculo, que, a pesar de los ímpetus de unidad y los recuerdos de otro armado ya histórico, léase Frente Cívico y Social, que en el café y con sorna ya denominan: más de lo mismo y sigue siendo Oscar Castillo el principal artífice de todas las jugadas y ahí el resto debería preguntarse otra cosa: ¿Es Oscar el astuto o son ellos los ingenuos?

La Interna radical

Es posible que Marchioli y Fadel derroten ampliamente a Fama y Monti. Y no podemos menos que recordar la última contienda entre estos grupos allá por el año 2021 cuando se enfrentaron en las PASO para dirimir los cargos más importantes a legislador nacional, senador y diputado, cargos que quedaron para los menos pensados. Quiso el destino que la banca en la que Oscar se sentó durante 18 años no fuera para su elegido y también candidato de Raúl, el intendente de Belén, Daniel “Telchi” Ríos, sino para un histórico adversario, el ex rector de la UNCA, el Ingeniero Flavio Fama, que ¡Oh casualidad! También resulta ser un aliado incondicional del actual gobernador de Catamarca, que demuestra lo endeble que es la posición de Raúl que teje acuerdos a diestra y siniestra, menos con el Frente de Todos.

Fue una de las grandes sorpresas de la vida política de Castillo, que tardó bastante en digerir. Bacchiani está preso y ya no hay fondos frescos para ninguna campaña ni caravana ni festejos en boliches bailables. Pero no hay que confundir, una cosa es la interna radical y otra, muy distinta son las elecciones PASO y mucho más en esta oportunidad. La estructura de la UCR es de la linea Celeste y es muy probable que con Evolución y otros aliados como el MIRA, arrasen en la Convención provincial del próximo 2 de abril y de allí puede haber novedades. De ese modo, Fama, Monti, lo que queda del PRO y los desairados Manzi, Rubén, ninguneado por la propia Lilita y Mariano con un procesamiento a cuestas, ambos muy debilitados para intentar cualquier aventura electoral. Y esta vez las PASO, pasarán desapercibidas.

Zonas grises de las futuras candidaturas

El 3 de abril habrá un amanecer político en Catamarca y es de esperar que sea luminoso como prometen los nuevos dirigentes del radicalismo. En ese momento, será la oportunidad de negociar con otras fuerzas si es que quieren repetir la historia del FCyS. Sin embargo, vuela la oscuridad que presenta el castillismo, sigue con el vigente Pacto de Ipizca, mal que le pese a los nuevos aliados, el gobernador juega en la interna radical en los dos frentes, por si las moscas. Es bueno tener memoria que en estos tiempos se pierde fácilmente por el influjo de otros factores, incontrolables. Como lo expresamos más arriba, Fama siempre fue aliado de Jalil, desde sus tiempos de Rector de la UNCA que firmó innumerables acuerdos de cooperación que simulaban una alianza política estratégica, similar a la que tiene con la dupla Castillo, Lobo Vergara y Taritolay, para controlar a los proveedores de la minería del litio en Antofagasta de la Sierra.

El jueguito de Jalil es decirles a todos que van a ser gobernador. Así se lo ha hecho saber a Lobo Vergara y al propio Monti. Pero fuera del radicalismo también anda diciendo esas cosas a otros posibles candidatos. Pero Jalil es de ese tipo de dirigente que le gusta vender "pescado podrido". La realidad es que Raúl muere por ser reelecto y sabe que Oscar junta cabezas, para después hundirlas. Al mismo tiempo, el Corpaccismo surge debilitado, al tener que armar nuevamente con Jalil, a quien detestan, pero con quien están obligados a transar, pues tienen una sociedad de conveniencia en el negocio del litio. Cada una de las facciones conoce en qué negocios está la otra y no les queda otra alternativa que protegerse mutuamente, y en esa sociedad de conveniencia, dejan afuera a Gustavo Saadi y lo obligan a ir por la reelección en la ciudad Capital.

Zonas grises en el Frente de Todos, zonas grises en el Radicalismo y en Juntos por el Cambio, de cara a las candidaturas y el armado de las listas, porque convengamos que es ese el gran objetivo de todos estos contubernios de la política. Cuando priman los intereses personales por encima de los intereses sociales, los procesos preelectorales se presentan muy engorrosos y pocos claros. Los políticos se toman esa licencia porque tienen la certeza que los catamarqueños, como todos los argentinos, saben votar, pero no saben elegir.

Intendentes corpaccitas en apuros

Nótese que el diario del gobernador, está publicando una serie de notas y mucha información acerca de la corruptela administrativa y los desastres de gestión que están haciendo tres intendentes del riñón de Corpacci, a saber, Susana Zenteno de Valle Viejo, cuya imagen luce muy deteriorada. Lo mismo ocurre con la gestión de Guillermo Ferreyra en Fray Mamerto Esquiú y desde hace unos meses, con la de Raúl Barot de Los Altos, a quien se le acusa de malversar caudales públicos con documentación apócrifa. De ese modo se pone foco en ellos y la opinión pública se olvida de los desastres del gobernador, que son peores que los de los intendentes cuestionados. Jalil es un notorio aliado de Alberto Fernández, ambos con pésimo gobiernos, unidos por la compra y el uso del avión sanitario. en el punto, rescatamos una frase de Gustavo “Gallo” Jalile “El gobierno nacional, y el gobierno provincial son los dos, una mentira”.

Las calamidades de la Salud Pública

De las mentiras de Jalil y de los sueños de Corpacci, la gente está harta, porque advierten que ambos han gobernado y gobiernan con las redes sociales y la propaganda oficial de los actos de gobierno, todo comprado, pero la realidad es otra y lacerante en algunos casos, como los ocurridos en Fiambalá, donde un chico fue agredido por un policía en un partido de futbol y después le negaron la atención médica y no quisieron recibirle la denuncia por lesiones. Y otro caso lacerante, aunque hay miles, es el de la anciana de Antofalla que tiene cáncer y nunca en toda su vida recibió atención médica.

Dos episodios más en materia de Salud Pública muestran que, en la provincia, en esa materia, los habitantes están abandonados a su suerte, se encuentran a la buena de Dios. Uno ocurrió a principios de ésta semana en Santa María donde los habitantes se hartaron y comenzaron las protestas más virulentas en la vía pública, por la ausencia de médicos, la mala praxis manifiesta, por las recetas de drogas o remedios sin diagnósticos adecuados y de todo tipo de irregularidades, entre ellas que los pacientes, cualquiera sea la dolencia, de inmediato son trasladados a la ciudad Capital, al Hospital San Juan Bautista donde la atención es deplorable, y muchos mueren también por la mala praxis y la falta de recursos. Todo se ha deteriorado de tal manera, que muchos médicos han decidido renunciar y vivir solamente del trabajo en sanatorios privados o en sus consultorios particulares.

Asimismo, tomó estado público el procedimiento del traslado de un enfermo en la Ciudad de Andalgalá, donde antes de subir al paciente a la ambulancia, sin seguir los protocolos de traslado, el paciente cayó pesadamente al suelo ante la mirada atónita de los camilleros, todos sin la preparación adecuada para el traslado de enfermos. Es todo un desastre, una calamidad pública. Hablando de protocolos, el rescate de los andinistas en Fiambalá, que fue presentado por el gobierno como un rescate exitoso, no fue hecho bajo protocolos sanitarios y de emergencia. En el mismo no hubo ni un solo médico ni siquiera enfermeros profesionales. Rescatistas de montaña y todo salió bien, de milagro. Hacer montañismo en Catamarca es pura aventura, del mismo modo que hacer turismo. Si te ocurre algo, te enfermas o tenes un accidente, de inmediato el turista, andinista o viajante ingresan al tren fantasma sin pagar boleto.

El crimen de Rojitas

Por último, la semana trajo dos novedades de importancia en la causa de Juan Carlos Rojas, el Ministro de Desarrollo Social de Raúl Jalil que fue asesinado en los primeros días del mes de diciembre del año pasado, en su propia casa, al ser violentamente golpeado desde atrás, con un elemento contundente. El mismo que sería cremado luego de una autopsia que llenó de dudas a propios y extraños, gracias a la intervención de Luis Barrionuevo, quien detuvo el irregular velatorio y pidió una segunda autopsia. Por esa razón, desde ésta línea editorial consideramos que el encubrimiento está probado y sus responsables criminales debe ser juzgados.

En cuanto a la investigación, es oportuno recordar a nuestros lectores, que no solo hubo un encubrimiento manifiesto del primer fiscal, sino que también resulta muy sospecho el accionar de los que siguieron en la investigación nunca hayan allanado el Ministerio de Desarrollo Social ni que hubieran incautado los programas de informática y los procedimientos. Nunca la Justicia ordenó medidas internas en el Ministerio de Desarrollo Social y recabar todos los mensajes de WhatsApp entre los empleados del ministerio y con otros ministerios. Incluso, los diálogos que, por esa vía, tenían el malogrado Rojitas con el mismísimo gobernador Jalil.

Y por fin aparece un testigo de identidad reservada que menciona el chofer de Rojas en la declaración y que fue contratado por él, para hacer un trabajo pesado. De confirmarse, estaría la Justicia y la Querella acercándose el móvil del crimen, todo un avance para que se haga justicia, caigan el o los criminales que sean y Juan Carlos Rojas descanse en Paz.