Por el contrario, el nivel de facturación aumentó un 24,7% en comparación con el mismo mes del año pasado, dice el informe elaborado por la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA). De hecho, en el primer bimestre del año, la facturación de los supermercados se ha incrementado en un 31,1% en términos nominales en el área metropolitana, con una caída de ventas del 7,8%; mientras que en el interior el ticket global creció 29,9%, mientras las cantidades vendidas bajaron 8,2%.

"Las superficies más chicas son las más afectadas por la perdida en consumo, de la misma manera que las zonas de niveles socioeconómicos (NSE) más bajos del Gran Buenos Aires", explica el informe. En ese sentido, se observa que las ventas de los kioscos y almacenes se derrumbaron un 17,2% anual en febrero mientras que las de los autoservicios cayeron 11,4% y las de los supermercados, 4% en el mismo período.

Por otro lado, el informe indica que, a partir de marzo de 2020, las primeras marcas recuperaron parte del volumen tomado por las segundas líneas durante el 2019, sin embargo, aún hay una fuerte reducción del surtido en primeras marcas. Ese fenómeno se dio porque las familias de poderes adquisitivos medios y altos continuaron comprando mercaderías mientras que las de más bajos ingresos fueron espaciando sus adquisiciones, en un contexto en el que el Estado repartió alimentos.

En el rubro alimentos la recuperación por parte de las primeras marcas es más marcada, impulsada principalmente por los incrementos de precios en las segundas marcas, señalaron CAS y FASA en su análisis de consumo.

Por último, las aguas saborizadas, los jugos en polvo, los vinos y las cervezas hasta 500 centímetros cúbicos mostraron las caídas en volumen más importantes respecto de febrero 2020, algunos con fuertes incrementos de precios.