La particularidad de la visita, que estuvo guiada por la directora de Patrimonio y Museos, Laura Maubecín, fue la de abordar cada rincón de la Casa con una obra musical escogida tanto por las posibilidades acústicas de los espacios como por el imaginado uso de la misma en los tiempos en que era habitada por la familia Navarro.

De esta manera se interpretó Da pacem Domine, del alemán Melchior Frank, en el patio de ingreso, pieza de finales del renacimiento, cuyo carácter es sobrio y devocional, y permite percibir claramente las diferentes voces del coro.

A continuación, en el segundo patio, espacio frecuentado por el personal de servicio, se interpretó, del mendocino Damián Sánchez, “Pregones del altiplano”, obra concebida para ilustrar una ciudad andina de principios del siglo XIX, que alterna el canto de sus pregones con las intervenciones de un pueblo que los acoge.

En tercer lugar, en el primer piso de la Casa, donde transcurría la vida privada de la familia, se escucharon los versos románticos de “Esta tierra” del español Javier Busto, obra de cámara, íntima y con sonoridades especialmente sutiles, que la acústica propia de la sala propició y realzó.

Para terminar el recorrido, desde el balcón del primer piso, el Coro Polifónico interpretó el famoso coro de ópera del compositor Giuseppe Verdi, “Va pensiero”, con el fin de acompañar de manera grandilocuente el cierre de la visita y la salida de los asistentes.

Un buen número de visitantes acompañó el recorrido y se interesó por conocer los detalles arquitectónicos de la obra de Caravati y de la vida de la familia de Octaviano Navarro que habitó la histórica casona.