No es la primera vez que un Papa pone de manifiesto que la Paz no es sólo la ausencia de violencia, sino que para garantizarla hay que buscar las causas que generan los conflictos, como son la pobreza, la injusticia y la marginación. Así lo hizo san Pablo VI en los mensajes que lanzó en las sucesivas jornadas mundiales por la Paz, desde que las instituyó en 1968.
Sin poner en duda las "oportunidades apasionantes" que ofrece esta tecnología para la mejora del trabajo, de las condiciones de vida de las personas, de los instrumentos médicos y de las interacciones personales, el Pontífice alerta en su mensaje para esta Jornada, sobre los riesgos graves que también conlleva el uso no regulado de las llamadas armas inteligentes, el consiguiente peligro de atentados terroristas, que fomentan la locura de la guerra; o los usos destinados a desestabilizar las instituciones legítimas de gobierno, llegando, por ejemplo, a condicionar las elecciones políticas.
"Inteligencia artificial y paz" es el título del documento en el que el Pontífice expresa sus profundos deseos de paz -más conmovedores que nunca en un mundo desgarrado por las guerras- al pueblo de Dios, a las naciones, a los jefes de Estado y de Gobierno, a los representantes de las distintas religiones y a la sociedad civil.
Para leer el mensaje completo: http://tiny.cc/57JornadaMundialporlaPaz
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