En los últimos días “ha habido muchas marchas y contramarchas, sobre todo si lo tomamos desde el 15 de septiembre en adelante. Generaron mucha incertidumbre por ejemplo, en cómo harán para pagar sus deudas en dólares los privados, o los depósitos, a pesar de que hay un alto nivel de respaldo”, dijo Redrado.
Luego de esas medidas de restricción a las compras, “el 1 de octubre se anunciaron incentivos para vender dólares, pero con incentivos muy chiquitos; y ayer, nuevamente restricciones”, dijo el ex presidente del Banco Central.
En el mismo sentido, Lacunza apuntó a que desde el Gobierno “los días pares decimos un cosa correcta y los días impares no”, y agregó: “Nos tomamos nueve meses para arreglar la deuda, cuatro meses para el Presupuesto, otros más para el FMI, como si tuviéramos US$ 40.000 millones de reservas”.
“No habrá ninguna alquimia financiera que solucione el problema sin un programa consistente, un diagnóstico certero de que estamos gastando más de lo que podemos, y conocimiento para llevar adelante las medidas”, dijo el último ministro de Economía del gobierno de Mauricio Macri.
Consultados sobre cuáles podrían ser las medidas a adoptar, Redrado planteó la necesidad de “acciones de estabilización y de aliento de modernización de la economía, para lograr mayor productividad, que se den de manera simultánea”.
En cuanto a las posibilidades de llegar a ese objetivo a través de una mesa de diálogo, Redrado consideró que, “por ahora, parece difícil” debido a las distancias políticas.
Por su parte, Lacunza apuntó a que, “a veces, en la Argentina nos sentimos acreedores y yo creo que somos autodeudores” de la situación que vivimos.
“Para alcanzar un acuerdo económico y social, hay que poner y no pedir. Queremos generar empleo pero los sindicatos no quieren modificaciones, queremos bajar impuestos pero los políticos no queremos perder posiciones, los empresarios quieren más eficiencia y exportar pero no quieren competir con la Unión Europea”, dijo Lacunza, y advirtió que “todo lo que no hagamos lo va a corregir, y de mala manera, el tipo de cambio”.