Bañado de Ovanta, Departamento de Santa Rosa

Elpidio Guaraz, es propietario de caballos de carreras y como tal gusta de jugar grandes sumas de dinero con sus amigos, aunque a veces se envíen audios insultantes, sostiene una actividad poco transparente en medio de la pandemia y en el peor momento de la segunda ola. Para eso, su feudo cuenta con el Hipódromo de Las Moreras, algo así como el "estadio propio". Cabe recordar que la provincia de Catamarca suspendió las clases presenciales pero sigue permitiendo la organización de reuniones hípica, lo cual constituye un verdadero despropósito. Lindo contraste que hace recordar a una frase tristemente celebre de Perón "Alpargatas sí, libros no".

Si Guaraz sigue haciendo reuniones hípicas a pesar de estar prohibidas, y el ministro de Seguridad, Gustavo Aguirre, tanto como la Ministra de Salud, Susana Palladino, máximos responsables del COE, se lo permiten, significa que el Gobernador Jalil no tiene autoridad, ni sobre el COE ni sobre los intendentes díscolos y que Bañado de Ovanta es como el Far West, tierra de nadie.

Pero eso no es todo, con sus conductas autoritarias, el intendente de la Municipalidad de Santa Rosa obliga por igual hombre y mujeres, dependientes municipales a presentarse a trabajar el día 1 de Mayo, feriado nacional, justamente el día del trabajador, con total impunidad y con perdón de la expresión cegándose en todo y en todos.

Otra estupidez de su parte que también fue denunciada, consistió en abrir caminos o habilitar atajos alternativos para dejar entrar a los burreros y apostadores empedernidos, igual que él, de otras provincias para evitar así, burlarse de las disposiciones reglamentarias de la pandemia, es decir que les pidan el test de PCR y no sean aislados.

Reiteramos, ante la mirada cómplice del gobierno provincial y del COE, Elpidio Guaraz juega con la salud y la vida de los Santarroseños; juega con la salud de la población sólo porque es un enfermo de la timba, jugador empedernido, incapaz de controlar sus mas bajos instintos, dejando a un lado la moral, que seguro no tiene y postergando el orden y la convivencia social en medio de la segunda ola de Covid, con gente muriéndose sin poder ser atendida por falta de camas o siendo atendida en los pasillos del Hospital San Juan Bautista que ya está colapsado.

Es un irresponsable que debería ser destituido, el tema es que los que mandan son parecidos, entonces no hay quien le ponga el cascabel al gato. Catamarca es una vergüenza.

 

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