Opinión

El curro con la Virgen del Valle en El Rodeo: cuando la fe se convierte en negocio privado

El monumento a la Virgen: ¿fe o negocio?
• D’Agostini impulsó la construcción de la imagen de la Virgen del Valle más grande del mundo, en El Rodeo.
• Presentado como obra de fe y turismo, el proyecto incluye cobro de entrada, merchandising y explotación comercial del espacio.
• La magnitud de la obra sugiere respaldo político, pero no se han transparentado los mecanismos de financiamiento ni los vínculos con el Estado.

¿Devoción o explotación?
La devoción por la Virgen del Valle es una de las más profundas en Catamarca. Convertir su imagen en un emprendimiento turístico con fines de lucro, sin transparencia sobre el financiamiento ni participación institucional clara, genera una tensión ética evidente.
• Se cobra por ingresar a un espacio que muchos consideran sagrado.
• Se comercializa la fe a través de merchandising, servicios pagos y control privado del acceso.
• Se usa el símbolo religioso como plataforma de negocios, sin rendición de cuentas pública.
¿Qué se puede exigir?
• Que se transparenten los vínculos entre el proyecto y el Estado.
• Que se garantice acceso libre y gratuito para quienes lo consideren un acto de fe.
• Que se regule el uso comercial de símbolos religiosos en espacios públicos.

Captura simbólica = captura institucional
Este caso no es aislado. Es parte de una lógica donde se usan símbolos religiosos para blindar negocios, evitar críticas y generar rentabilidad bajo el paraguas de la fe. Es una forma de captura simbólica, que refuerza la captura institucional: el Estado mira para otro lado, mientras se lucra con lo que debería ser patrimonio espiritual colectivo.

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