El estado de la salud pública y la corrupción política representan los problemas más gravitantes de la provincia para más de la mitad de los catamarqueños, por arriba de la situación económica, la desocupación, la educación y el narcotráfico, entre otros.

Según un estudio realizado por la consultora Aresco, de Julio Aurelio, para INFORAMA, en agosto pasado, el 25,7% de las personas considera que la coyuntura que afecta hoy a la salud pública y el estado de los hospitales provinciales son los problemas más importantes de Catamarca.

Muy cerca de eso, para el 25,1% de los encuestados, el segundo problema en relevancia es la corrupción en la clase gobernante y dirigente de la provincia. Es decir, ambos temas el 50% de las opiniones.

Es evidente que el conflicto en el sector de la salud, con protestas callejeras y medidas de fuerza cada semana, ha concitado la atención de los ciudadanos en los últimos dos meses. Pero aparte, también incidió la situación actual de los hospitales, en particular el “San Juan Bautista”, cuya infraestructura se encuentra colapsada en los principales sectores. Respecto a la corrupción política, las noticias recientes que tuvieron mayor impacto fueron las designaciones de familiares en cargos públicos y el uso de los fondos del Estado con fines de dudosa prioridad.

En el segundo lote de los asuntos considerados preocupantes se encuentran la inflación (17,9%), la falta de trabajo (11,8%), la “mala calidad de la educación” y el estado de las escuelas (6,8%), la pobreza (6,1%), el narcotráfico y el consumo de droga (4,2%) y la inseguridad (2,3%). En carne propia. Ahora bien, frente a la consulta sobre los problemas que más afectan a cada uno en su vida diaria, la mayor parte de los catamarqueños aseguró que son el aumento de los precios, la situación económica y la falta de trabajo. En total, un 64,9% coincidió con esas preocupaciones.

Sin embargo, el segundo tema es importancia volvió a ser la “corrupción”, con el 21,5%. Que la gente afirme que eso la afecta en su rutina cotidiana es un significativo llamado de atención para la gestión gubernamental y la clase política en general.

En orden descendente se ubican la inseguridad pública y el delito (10,1%) y, por último, la educación provincial (3,5%)