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Opinión

El dilema de Horacio Rodríguez Larreta: enfrentar o no a Mauricio Macri

“El único camino que le sirve a Horacio es ganarle a Macri, no le sirve la bendición, porque no lo va a dejar gobernar si llega a la Presidencia”. La mirada sin filtro de un dirigente ultra larretista alimenta el dilema que Horacio Rodríguez Larreta deberá afrontar en el corto o mediano plazo: la sombra de Mauricio Macri, intentando manejar todo el tablero del PRO y, si es posible, el de Juntos por el Cambio. Ya sea postulándose a la Presidencia nuevamente, o como quien bendice al candidato o candidata de la oposición.

Otro elemento aporta a la hipótesis de enfrentar a Macri. Larreta en 2023 vendrá de ocho años de gestión como Jefe de Gobierno de la Ciudad. ¿Tendrá otra oportunidad presidencial más adelante, cuando ya haya dejado la gestión?

Larretistas memoriosos trazan un paralelo entre esa situación de disputa con lo que le sucedió a Néstor Kirchner en el 2005, con Eduardo Duhalde. El cacique bonaerense lo había puesto a Kirchner como su candidato presidencial para enfrentar a Carlos Menem en 2003. El santacruceño fue el más votado en la general y se dirigía a un ballotage contra Menem, que terminó bajándose. Así, asumió la presidencia debilitado por esa segunda vuelta que no se dio y se había transformado en el presidente del 23%, los votos que había obtenido en la elección.

Cuando se acercaban las elecciones legislativas del 2005, Duhalde armó su lista de candidatos a diputados y senadores y se lo notificó a Kirchner. Ya estaba escrito que éste no lo permitiría, y el flamante presidente le avisó al líder del PJ bonaerense que la lista la armaba él, desde el primero al último lugar: no había lugar en el peronismo para los dos, Kirchner o Duhalde.

El lomense, furioso con quien había sido su apuesta para la presidencia, fue con Chiche Duhalde a la cabeza como candidata al Senado. Pero la lista que presidió Cristina Kirchner, que ni siquiera tenía domicilio en la provincia, arrasó. Y el poder quedó en manos de Kirchner, a quien en un principio tildaban como “el títere de Duhalde”. ¿Es similar a la situación de Rodríguez Larreta con Macri?

En la sede de Uspallata tienen en claro algo. Larreta piensa competir contra Macri si este decide competir en las PASO o en una interna partidaria si es que las primarias terminan siendo suspendidas o eliminadas por el kirchnerismo, tal como se baraja y Javier Milei y Florencio Randazzo le dan una mano a Cristina. Saldrá a competir contra el ex mandatario.

Hay movimientos que denotan la intención del líder macrista de conservar el poder en el PRO y tallar en las grandes definiciones. El primero de ellos fue subir a la pelea presidencial a María Eugenia Vidal. Macri recuerda que fue Larreta el que rechazó su planteo para las elecciones legislativas 2021 y en lugar de llevar a Vidal en la lista en la provincia y a Patricia Bullrich en la Ciudad como él quería, el alcalde porteño designó a Diego Santilli y a Vidal como primeros en las listas de ambos distritos.

La otra movida de ajedrez es la presión que Mauricio Macri mete para que Larreta entronice a Jorge Macri como su candidato, y el del PRO, a Jefe de gobierno porteño. Días atrás, en una entrevista, Macri aseguró: “Lo veo muy bien a Jorge. Estoy cada vez más convencido de que puede ser el que le dé una continuidad con cambio a la Ciudad”. Al día siguiente, Larreta se mostró en una actividad con Martín Lousteau.

Anteriormente, Macri le había enviado varios mensajes a Larreta para que salga a respaldar la candidatura de su primo. Incluso le ha mandado a decir que si no apoyaba a Jorge, éste sería el candidato a Jefe de gobierno de Patricia Bullrich. “Que lo sea, no tengo apuro”, le mando a contestar el jefe de gobierno.

“Horacio en el corto plazo no tiene que tomar ninguna decisión”, afirman en su equipo, que dejan en claro que Jorge Macri es un excelente candidato para Larreta. Pero señalan que hay una estrecha relación con Lousteau que no se limita al compromiso de abrir unas PASO en la capital para que el referente de Evolución Radical compita. Lousteau cuenta con Maximiliano Pullaro en Santa Fe, Rodrigo de Loredo en Córdoba, Alejandro Cacace en San Luis, y otros tantos referentes territoriales de la UCR en el país. Es, por ahora, la pata radical más firme con la que cuenta Larreta. Y por ese motivo –dicen- apuesta a consolidarla y no adelantar la disputa porteña por su sucesión.

Todos tienen en claro en el oficialismo de la Ciudad, que el respaldo de Larreta puede ser decisivo. Así como también que Lousteau “no es amarillo”, como suele calificarse a los dirigentes del PRO, y eso los porteños lo saben. Pero el escenario está tan volátil y la interna porteña tan cruda con la presión de Macri, pero también de la UCR, que Fernán Quirós y Soledad Acuña terminan convirtiéndose en cartas a utilizar por Larreta si es que el tablero termina volando por los aires.

Las dos fotos que Larreta se sacó en la semana tal vez pasaron inadvertidas para la sociedad e incluso los medios. Pero hacia dentro del PRO, hicieron mucho ruido, por interpretarse como una demostración de fuerza. La primera, una foto con los denominados candidatos sin tierra –porque no son intendentes- de la Primera y Tercera Sección electoral de la provincia de Buenos Aires, que representan al 60% del electorado bonaerense. La segunda, con todos los referentes y candidatos del interior del país, muchos de ellos que competirán por las gobernaciones. Es un tema que a Macri no le cayó bien y que abordó en la cena a solas que mantuvo con su sucesor en la Ciudad, el domingo pasado.

La discusión que hoy enfrenta a Macri con Larreta es mayor, porque divide al PRO. Se trata de determinar qué define el proyecto de país del candidato de ese espacio, con las alianzas inclusive; si el partido o las aspiraciones y visión de país del aspirante. Larreta abona la idea que, si el eje de todo debe ser el PRO, después va a costar muchísimo más alcanzar el consenso del 70% necesario para llevar adelante las reformas que hay que dar. Cerca de Macri, creen que no se puede dejar en manos del radicalismo, y mucho menos del peronismo no kirchnerista que se sume, las decisiones de fondo y reformas estructurales que se deben tomar, porque se convertirá en una discusión que ralentizará todo.

En el terreno más subterráneo de la política, del lado larretista sostienen que la figura de Macri consolida sólo el extremo, que mide muy mal en provincia de Buenos Aires y eso podría llevar a una derrota a Juntos por el Cambio; y que, si se postula, romperá la coalición. Del lado macrista, afirman que Rodríguez Larreta no puede ser el candidato porque no tiene la firmeza que se requerirá, que quiere entregar el gobierno de la Ciudad para obtener otras alianzas y que no tiene el perfil para enfrentar al kirchnerismo “y hacer lo que hay que hacer” en la etapa que se viene, post 2023.

No es menor el rol de Patricia Bullrich a quien todos reconocen una excelente performance e imagen a nivel nacional. Faltan varios meses para tener datos más acordes a la intención de votos de la ciudadanía, pero Bullrich puede erigirse en la dirigente que talle de manera determinante el enfrentamiento tácito pero cada vez más estruendoso entre Macri y Larreta. Ya sea llevando agua para su propio molino y primando entre ambos, o inclinándose por uno u otro.

Walter Schmidt

Argentina elecciones 2023 Horacio Rodriguez Larreta interna PRO Mauricio Macri opinión politica Presidencia

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