Poco le importó a la máxima autoridad de ANSES, el trabajo institucional, es más se podría decir que el propio Jefe de la UDAI Catamarca, Enzo Carrizo se debió bancar el ninguneo, por primera vez Carrizo quedó en segundo plano. Tal vez, porque los méritos de su gestión son escasos y envueltos en escándalos internos.

Tal es así, que la lluvia de comisiones de los alfiles de Carrizo, los tuvieron como protagonistas en el viaje a Tinogasta. No sólo salieron comisiones a Tinogasta sino también a Buenos Aires, de empleados amigos, parientes, favorecidos por el poder. Todo esto con plata  nuestra.

Lo más grave, a nivel institucional que Raverta permaneció durante horas en la ciudad de Catamarca, y no visitó la principal dependencia que tiene Catamarca, la UDAI de San Martín y Ayacucho. Todo un mensaje a las trabajadores del organismo nacional, que ven inversiones dudosas, inclusive trascendió por la hermana de la diputada Verónica Mercado- coordinadora Administrativa- que se refaccionaría toda la UDAI en los próximos meses, pero mientras tanto en los puestos de atención no hay impresoras, ni siquiera elementos mínimos de trabajo.

Es la primera vez, que un director Ejecutivo llega a la provincia y no tiene contacto con los trabajadores, ni siquiera fueron invitados al confite los representantes gremiales, supervisores, que se quedaron afuera del acto político que se realizó ayer en Tinogasta.

Oficinas con fondos municipales

Todo esto con fondos públicos. Enzo Carrizo, y la camporista de Santiago del Estero, y Jefa Regional de ANSES, Gabriela Ortiz, abrieron nuevas dependencias, con fondos de los municipios de Valle Viejo y Tinogasta. Sólo para conseguir contratos de militantes políticos, ubicar compromisos, con dinero de los municipios, que conducen Susana Zenteno y Sebastián Nóblega.

Mientras tanto, desde Buenos Aires se arbitran escritorios, un par de computadoras, el ploteo y el resto se hacen cargo los municipios. De confirmarse, es un escándalo, porque se supone que un organismo nacional cuenta con procedimientos administrativos, licitaciones y fondos para hacerse cargo de los inmuebles.

Nadie duda, de la necesidad de la gente contar con oficinas del estado cerca, pero no con la plata de los vecinos y vecinas.