En una fecha como hoy, que conmemoramos el paso a la inmortalidad del otro incomparable hacedor de nuestra patria, creador de nuestra bandera, sabemos todo lo que hizo el prócer desde el momento mismo que entramos a nuestra primera aula escolar. por lo menos todos aquellos que reconocemos como símbolo patrio único y verdadero, el flameante paño que nos cobija antes que cualquier otro que se trate de imponer y más aún, ante colores que si bien, representan otros países, nada tienen que ver con nuestra argentinidad celeste y blanca.

Motiva la recordación desde mi modesto punto de vista, la pérdida de identidad que se nota desde las más altas autoridades nacionales, hasta la insólita pretensión de mostrar a nuestro símbolo, en flagrante politización y adoctrinamiento de nuestros más pequeños estudiantes.

He colocado ésta imagen, tomada justamente desde Plaza de Mayo hacia la Casa Rosada, para permitir preguntarnos no sólo qué hizo el polifacético general Manuel José Joaquín, del Corazón de Jesús Belgrano por la Patria, sino qué podemos hacer por ella, ya que la insoportable corrupción no castigada, la impunidad en todos los niveles, la aceptación que traiciona sus ideales al admitir presencia sospechosa de posibles amenazas terroristas, el abandono escolar, por lo que nuestro héroe dejó sus haberes militares para la creación de cuarenta  escuelas, lo que llevó tiempos centenarios que se cumpla,  entre otras muchas calamidades. Nos obliga a preguntarnos reiteradamente: ¿qué podemos hacer por nuestra patria? nosotros. Hoy es tan triste lo que vive Argentina hoy, donde su ejemplo brilla por  ausencia, que hasta los propios actos recordatorios, carecen de la presencia de las principales autoridades nacionales.

Pueda ser que nuestro Manuel Belgrano, vuelva a tomar el mando, desde el más allá, del ejército del norte de liberación, aquel que nos liberaría de potencias extranjeras, que  cambie el pensamiento e intereses de quienes reniegan de su bandera, la argentina, y que no permita que alguna ideología ajena a nuestras raices por él cimentadas, se enseñoree en la patria argentina rompiendo los valores que supiste enseñar con tu existencia, que hoy recordamos con veneración.

Y nos volvemos a preguntar:

¿Qué podemos hacer por nuestra Patria, sabiendo todo lo que nos entregaste para la creación  de una Argentina Celeste y Blanca?