“En una ciudad de Colorado, en los años 70, un enmascarado secuestra a Finney Shaw, un chico tímido e inteligente de 13 años, y lo encierra en un sótano insonorizado donde de nada sirven sus gritos. Cuando un teléfono roto y sin conexión empieza a sonar, Finney descubre que a través de él puede oír las voces de las anteriores víctimas, las cuales están decididas a impedir que el joven acabe igual que ellas”, reza su sinopsis.

Al respecto, Hawke habló sobre la aterradora máscara que lleva su personaje y mencionó que “es una de las cosas más terroríficas que jamás haya visto. Es muy perturbadora. A veces sonríe y otras, frunce el ceño. A veces no tiene boca, no tiene ojos... No puedes olvidarla”.

No es la primera vez que el actor trabaja junto a Derrickson para una cinta de terror. Anteriormente han colaborado juntos en Sinister (2012), producción que está comprobada que es la más terrorífica según la ciencia. Su historia se centra en un periodista que viaja con su familia a lo largo y ancho del país para investigar terribles asesinatos que luego plasma en libros. Pero todo se complica cuando llega a una casa donde ha tenido lugar el asesinato de una familia y encuentra una cinta que desvela horribles pistas que van más allá del esclarecimiento de la tragedia.

Ahora, Black Phone es la segunda colaboración entre el actor y el director. La película ya pasó el año pasado por festivales y ahora debuta mundialmente este jueves en la gran pantalla.