“Evidentemente el que cambio su posicionamiento político fue Alfredo, entendió que para proyectarse a nivel nacional tenía que endurecer su discurso contra el cristinismo”, comenta a MDZ uno de sus correligionarios. La interpretación es que el giro del exgobernador lo acercó a “los halcones” y esa movida fue muy bien recibida por Macri. Por eso empezó a tener un tratamiento especial con Cornejo, tratándolo casi como propio.

Si bien este reacomodamiento fue percibido desde hace tiempo por la dirigencia de Juntos por el Cambio, los últimos gestos del expresidente hacia el mendocino generaron sorpresa y cierta envidia en otros. El primer impacto fue la fotografía del fin de semana en “Los Abrojos”, donde Cornejo aparece como un “invitado especial” en un almuerzo con Mario Vargas Llosa y dirigentes más posicionados del centro a la derecha, como Miguel Pichetto o Joaquín De la Torre, quien además quiere competir contra Diego Santilli por la gobernación bonaerense.

“No sólo impactó la presencia de Cornejo en el almuerzo, también llamó mucho la atención que no fueran invitados Patricia Bullrich y el diputado Omar De Marchi, quien tiene una larga relación con los Bongiovani y la Fundación Libertad”, comenta un vocero del PRO. De todas formas, la presidenta del PRO fue compensada con la invitación a la cena en la mesa principal junto al premio nobel de Literatura. En cambio, el vicepresidente de la Cámara de Diputados tampoco fue tenido en cuenta.

“Mauricio está on fire, vive y respira política como nunca y también le gustan las travesuras para demostrar que recuperó su centralidad y está ejerciendo su liderazgo incluso dentro de JxC”, manifiesta uno de sus habituales interlocutores. Sin menoscabar a Vargas Llosa y a la Fundación Libertad, Macri transformó esa cena en uno de los hechos políticos de la semana. “Prácticamente se transformó en el anfitrión, eligió donde iba cada uno, amplió la lista de oradores y hasta llevó a dos radicales”, agrega.

La presencia de Cornejo y del gobernador Rodolfo Suárez debe ser un dato inédito en la historia de los encuentros de la ONG de los Bongiovani porque siempre fueron de interactuar con dirigentes más cercanos al liberalismo o al centro derecha, espacio en el que no suelen estar los radicales. “Evidentemente Mauricio quiso mandar un mensaje a varios con su romance con Cornejo”, comentan en el PRO.

Sobre todo, ha generado toda clase de especulaciones políticas. La primera es la más obvia y repetida. Deja correr el trascendido en torno a que si decide presentarse otra vez Cornejo podría ser su compañero de fórmula. Otros la descartan porque siempre suele elegir mujeres y en este caso aparece primera en la lista la senadora Carolina Losada. También quiere demostrar que puede influir dentro del radicalismo, teniendo en cuenta su enojo con varios dirigentes de ese partido, en especial con el jujeño Gerardo Morales.

“Realmente Macri nunca sintió simpatía por los radicales y su idiosincrasia, es más hoy ideológicamente está más cerca de Javier Milei que de Morales”, sostiene otra fuente. Resulta paradójico que con el gobernador de Jujuy se llevó muy bien durante su gestión presidencial y ahora hay más que rispideces, todo lo contrario, a lo que ocurrió con Cornejo.

Alberto “Beto” Valdez