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Opinión

Operativo despegue: el kirchnerismo no se hace cargo, pero no larga los cargos

A diferencia del peronismo tradicional, que fue estratégica y oportunistamente pragmático y flexible (neoliberal con Menem, volanteó a izquierda y derecha según la época), el kirchnerismo es rígido e ideologizado. La inflexibilidad es un valor. Prefiere perder a transigir y tiene dificultades para aceptar los cambios de escenario. Dicho de otro modo: la evidencia no les modifica las creencias, por eso martillan para insertar la realidad dentro de sus ideas y no a la inversa. Pero la realidad cambió. No hay reservas ni crédito ni permiso para emitir a piacere. ¿Cuál es la consecuencia? Kirchneristas no pudiendo hacer kirchnerismo. (No es progre y distributivo el que quiere sino el que puede). Por eso se viene el operativo despegue cuyo resumen sería así: “Este no es nuestro gobierno sino el de Alberto Fernández. Para kirchnerismo de verdad, nos vemos en 2023″. 

Cristina dio el primer indicio el 18 de agosto del 2020. Ese día tomó por primera vez distancia del gobierno de Alberto en un posteo: “la verdadera reforma judicial no es la que vamos a discutir este jueves”. Fue el ejemplo gráfico: dado que la reforma no tendría la fuerza para modificar la Corte y asegurarle un buen final para sus causas judiciales, entonces no era “su reforma”. En sus expectativas Cristina va por todo: si el FMI no modifica su estatuto y permite 20 años de plazo y recorta las sobretasas, entonces no es “su acuerdo con el Fondo” sino el de Guzmán y Alberto.

Pero el acuerdo con el FMI y sobre todo la aceleración de la suba de precios profundizó los ataques al presidente que ella mismo eligió. Se viene un 6 por ciento de inflación para marzo, 15 por ciento acumulado en los primeros tres meses y si se anualiza, el número es una catástrofe. ¿Cómo se puede ir a pedir el voto en 2023 con un 60 de inflación?

Por eso, ante la impotencia, el secretario de Comercio Roberto Feletti, el que reemplazó a la kiciloffista Paula Español por “blanda” y que venía a domar a los empresarios con látigo y espuelas, se despegó como nunca de los malos resultados. “La inflación de marzo va a ser alta, pero eso es responsabilidad del ministerio de Economía. La inflación es política económica, yo hago política de precios”. Traducido: el control de precios fue un fracaso, pero jamás lo voy a aceptar públicamente. La culpa es de Guzmán. Pero la declaración más irresponsable fue la siguiente: “Por las subas de precios internacionales (de alimentos y combustibles), el acuerdo con el Fondo es letra muerta”. Y en esa simple frase, le pegó un tiro al único “éxito” de Alberto Fernández. El sabotaje al presidente es total. Feletti puede tener razón desde lo técnico, pero desde lo político es un sabotaje. ¿Cómo un funcionario puede decir en público algo tan delicado? El dólar informal dejó de subir e incluso bajó luego del acuerdo con el FMI. ¿Para qué desestabilizar una de las pocas anclas de la economía? Algunos K serruchan la rama de la que ellos también cuelgan.

Mientras tanto, en un país aparte, Cristina se dedica a lo que vino a este mundo: a dar buenas noticias. Este jueves concedió a los empleados del Congreso una suma fija de 20 mil pesos y se sacó una foto, sonriente, junto al representante sindical de los trabajadores legislativos. (A los jubilados se les dio un bono de 6 mil, sin fotos) Ni cuando tuvo el 54 por ciento de los votos quiso Cristina aprovechar su liderazgo para ordenar la macro, guiando “al pueblo” a través de un período de responsabilidad fiscal. A veces los líderes tienen que perder algo de apoyo durante un tiempo, hacer el trabajo no grato, que permita darle sustentabilidad a la economía. Si todo va bien, esa popularidad se recupera. Es una inversión que jamás el kirchnerismo quiso hacer.

Resumen: ¿Acomodar la macro? No, porque es “ajuste”. ¿Reformas fiscal o laboral (sin afectar derechos adquiridos) para generar un shock de inversión? No, porque es “neoliberalismo”. ¿Ser coherentes y renunciar a ANSES, Pami y otros puestos clave, como muestra de desacuerdo con Alberto Fernández? No, porque “hay que resistir desde adentro”.

“Esto se está poniendo feo”. ¿Lo dijo la oposición? ¿Fueron los “medios hegemónicos”? No, Roberto Feletti, del Servicio Meteorológico del Instituto Patria.

No, Feletti. No se está poniendo feo. Lo están poniendo feo.

Diego Sehinkman

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