No vale la pena detenerse en la noticia de la detención de Edgar Adhemar Bacchiani, que era cantada y fue tardía. Ello, debido a la gran cantidad de pruebas acumuladas, no sólo en la provincia de Catamarca, donde nació la descomunal estafa piramidal sino antes en Mendoza, Córdoba y Tucumán donde había proliferado con una fuerza inusitada. Las pruebas eran contundentes desde el primer día.
Sin embargo, los supuestos expertos se tomaron su tiempo. demasiado. Y cuando uno se toma mucho tiempo para resolver, las consecuencias se agravan. Hubo peligro en la demora y fue desatendido, y hasta fogoneando desde el poder, una vergüenza. Las listas de inversores y contratantes, seguramente fueron alteradas, para eso sirve la justicia tardía, para desbaratar los derechos acordados o para permitir a los dirigentes políticos, judiciales, empresariales, salir del papelón.
La Justicia lenta no es justicia justa sino justicia cómplice. Los delitos económicos necesitan tiempo para consolidarse y eso fue lo que hizo el sistema procesal penal y la Justicia Federal con el caso Bacchiani. Le dieron un tiempo precioso para desapoderarse de los bienes mal habidos. El imputado y su banda tuvieron todo el tiempo del mundo para consolidar las maniobras defraudatorias, como cambiar los sistemas operativos, borrar archivos, esconder contratos, desapoderarse de acciones, venderlas a precio vil, utilizar testaferros, girar dinero al exterior, a paraísos fiscales, y muchas calamidades más. Reiteramos, la justicia lenta no es justicia.
Desde éste pequeño medio, siempre nos preguntábamos, ¿Qué era necesario hacer para comprar autos de alta gama de la noche a la mañana? o ¿Cómo se genera un holding poli rubro de empresas desde la nada misma? o ¿Cómo se se hace para concretar una red de sucursales de alto nivel de equipamiento tecnológico? Y muchas más preguntas que genera la presencia de un cuatro de copas que de buenas a primera es multimillonario en dólares.
Usted que está leyendo ésta nota ¿Cuántos años tardó en adquirir su primera propiedad, su primer auto? Salvo los que heredaron de sus padres, que son los menos, la gran mayoría tiene que trabajar duro y toda la vida para adquirir un inmueble o un cero kilometro. ¿Es tan difícil darse cuenta que quien ostenta fortuna en tan poco tiempo es porqué anda en cosas raras? ¿o no? En la siguiente nota haremos un reconto de los imbéciles que creyeron que Bacchiani era un iluminado de la finanzas que traería por fin la justicia social y el estado de bienestar a Catamarca... ¡Ignorantes!
¡Idiotas! y disculpen la dureza de los términos que utilizamos, pero es difícil encontrar otro adjetivo que califique a los imbéciles ignorantes que creyeron que eso era posible, que era posible crear un nuevo sistema económico que dinamizara los estándares de vida de los catamarqueños, de muchos, de miles. En derecho, nadie puede alegar su propia torpeza. Y la verdad que, los torpes son mayoría. Lo grave de esta situación es que la estafa piramidal contó con la ayuda inestimable de todo el poder político. Del poder constituido, de los aspirantes al poder, del poder legislativo, de los integrantes del ministerio publico y de la propia Justicia Federal, con sólo recordar que el Juez Federal de Catamarca es intimo amigo de otro presunto estafador serial correspondiente a RT Inversiones. Ellos, las personas más calificadas del poder y de las altas esferas fueron los culpables políticos de que éste desastre social ocurriera.
La detención de Bacchiani era cantada pero fue tardía, ayudó a las cúpulas a deshacerse de su responsabilidad. No obstante alguien desde el cielo quizás esté celebrando esta detención que produjo la justicia terrena, pero el festejo celestial se refiere sin dudas a la justicia divina, que es la única y definitiva. Muchos sabrán interpretar éste ultimo párrafo, otros no...
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