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Opinión

Estalló Alberto Fernández: "Basta de pedirme a mí que hable con ella... Estoy podrido"

La reunión fue amena. Todos prefieren hablar con él porque "escucha y entiende", y, en la comparativa con Cristina Fernández de Kirchner, todos, inclusive los que no comprenden muchas de sus decisiones, siempre termina ganando. "Cuando hablas con ella, no sabés si te va a retar o felicitar... Te habla de tal forma que parece que siempre estás en un juicio y sos culpable", le confesó a El Cronista un intendente del Conurbano que suele hablar con todos los dirigentes más importantes del Frente de Todos.

Justo en este encuentro, donde Gabriel Katopodis acompañó a Alberto Fernández hasta Moreno, este intendente no estuvo. Si acompañaron a la local, Mariel Fernández, Federico Achával, Fernando Moreira, Alberto Descalzo y Lucas Ghi, intendentes de Pilar, General San Martín, Ituzaingó y Morón.

Todos le reclamaron a él lo que no se animan a su vice. Esto es así, y los participantes de este encuentro hablaron con la confianza que ni Cristina Fernández ni su hijo le permiten. "Alberto, esto se tiene que terminar... Hablá con Cristina", le dijeron uno con un tono más severo, otro con más calma, tal cual su estilo, dos de los presentes. Y fue allí donde el jefe de Estado estalló.

"Basta de pedirme a mí que hable con ella... Estoy podrido de que cada vez que estamos para difundir algo positivo ellos provoquen algo que lo estropea y la noticia ya es otra. Arreglamos con el Fondo y enseguida renunció Máximo (Kirchner)", les dijo, enojado, Fernández. Todos escuchaban sorprendidos.

Pero mayor fue el silencio cuando el presidente profundizó con una catarata de ejemplos su negativa a emprender un nuevo camino de conciliación. Por supuesto, no hizo falta que alguien lo publicara. Varios de los presentes tienen el teléfono habilitado de la vice, de su hijo, o de algún aliado directo.

"Lamentablemente, en esta pelea, los dos tienen razones de peso para no dar el brazo a torcer... Sin embargo, es imprescindible, porque si no, la crisis nos llevará puestos a todos", confesó uno de los que coincide en que sería más factible que el hombre llamara a la dama de que sucediera lo contrario.

Esta semana, el presidente también estuvo por Florencio Varela, donde el lunes Andrés El Cuervo Larroque le reclamó por la política económica. Fue en ese momento donde su par nacional, el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, le respondió que él sabe lo que pasa en las barriadas más pobres y que camina el barro desde hace cuarenta años.

Típico de conurbano. El asfalto suele escasear, por más anuncios de obras que se realicen. Nada parece alcanzar.

En este municipio del sur del Conurbano, que conduce políticamente Julio Pereyra, tuvieron que hacerle un virtual homenaje al pedirle su visita. Es uno y uno. El lunes estuvieron Axel Kicillof, Máximo Kirchner y Larroque, enojados. Tres contra uno. "Ojo, en lo humano está todo bien, pero los muchachos avanzan siempre, está en su esencia", describió un amigo del intendente Andrés Watson.

En esta puja diaria, donde los mensajes son siempre de guerra, el martes se conoció el lanzamiento de una nueva mesa provincial. No estuvo Sergio Massa, seguramente organizando su fiesta de cumpleaños 50, que fue ayer, pero sí su esposa Malena Galmarini, con un gesto adusto en una foto rodeada por el gobernador Kicillof y Máximo Kirchner, además del jefe de gabinete, Martín Insaurralde.

El actual jefe de gabinete de la Provincia juega en tándem con el hijo de los dos presidentes, casi siempre en contra o al límite de los postulados del gobernador. Massa, en cambio, quiere que sea reelecto para el mandato 2023-2027.

Sin embargo, lo que mostró esta nueva puesta en escena, no es fortaleza sino división, o al menos partición. Es que cuando tampoco las cosas funcionaban como preveían, al sostener que “volvemos mejores”, todos los presentes estaban acompañados, además, por Santiago Cafiero, Gabriel Katopodis, Jorge Ferraresi y Zabaleta en la “mesa de los lunes”.

Tal cual tradujo un miembro prominente del recordado Frente de Todos, “efectivamente, antes éramos más. Ahora, somos los que estamos y los que quieran que estén”.

TODO HACE PENSAR QUE SEGUIRAN JUNTOS, PERO…

Mientras que el radicalismo y sus autoridades bonaerenses no sepan qué hacer con el Conurbano, al cual no le encuentran la forma de solidificarlo ni empoderar dirigentes que hagan una pelea digna al PRO, primero, y luego al Frente de Todos o Unidad Ciudadana, todo lo que discutan hacia "arriba", es decir, en términos nacionales, parece de corta o nula durabilidad.

Más allá de la pelea sobre qué hacer con Javier Milei, o los fantasmas diseñados desde algún lugar que altera los nervios de Gerardo Morales, a quien le siguen facturando su relación con Sergio Massa, el gran problema que tiene el centenario partido es no tener un candidato en la Provincia de Buenos Aires que traccione los votos de Facundo Manes, Morales o Martín Lousteau, que cada vez insinúa más con una candidatura porteña.

Todo lo contrario, sucede en el PRO. Aquí no sólo abundan los candidatos bonaerenses, sino que también los presidenciales florecen en cuanta reunión o encuentro entre dirigentes surja.

Una de ellas sucedió los otros días en Hurlingham, donde un nutrido grupo de referentes, antiguos "sin tierra", luego transformados en territoriales, se juntaron para debatir sobre un inicio de acciones comunes para darle previsibilidad al espacio y empoderar, al final, a un solo candidato provincial.

A las tierras de Lucas Delfino fueron Eduardo Varela, de Merlo, Aníbal Asseff, de Moreno, Florencia Arrieto, de La Matanza, Lucas Aparicio, de Malvinas Argentinas, Segundo Cernadas, de Tigre, Julián Amendolaggine, de Berazategui, y Guillermo Viñuales, de Lomas de Zamora, entre otros.

La mayoría se siente más cerca del deseo presidencial de Horacio Rodríguez Larreta y, por ende, de Diego Santilli en la Provincia. Hasta allí fue, el lunes, para acompañar en una recorrida a Asseff y se juntó con organizaciones religiosas, comerciantes e industriales de Moreno.

"Vamos armando un espacio, todavía heterogéneo, pero con clara vocación para 2023. Algo más abierto que La Territorial, pero con la finalidad de que los que laburamos en distritos en los que somos oposición tengamos una agenda coordinada y una representación en la mesa partidaria provincial", contó uno de los presentes.

Sin embargo, esto no es tan lineal. Cristian Ritondo sigue trabajando por una candidatura provincial, aunque su candidata presidencial no tiene mucha incidencia nacional o bonaerense.

Pero quien sí ya está dispuesta a ir caminando el territorio es Patricia Bullrich, quien no se bajará de ninguna manera de su deseo presidencial.

Para eso, además de La Provincial, lanzada hace un mes, está trabajando gradualmente con algunos referentes locales de peso en varios municipios, como Analía Zapulla, en Morón, Lalo Creus, en La Matanza, Ramón Lanús, en San Isidro, Matías Lobos, en General San Martín y María Retamoso, en Almirante Brown.

"El tema no es quienes están ahora, lo más importante es lo que se sumarán en todo este trayecto de seis u ocho meses que nos quedan por delante. Es una topadora Patricia, y nadie va a querer quedar afuera", se entusiasma uno de los que la acompaña día a día. Según sus números, casi duplica en imagen y ponderación a quien sería su rival, el jefe de gobierno porteño.

NOTA AL PIE

Ayer, mientas cerrábamos esta columna, Gabriel Katopodis tiró una bomba lejos de Buenos Aires, en Ramallo. Allí, acompañando al ex intendente local, David "Mumi" Poletti, dio el cierre del acto diciendo que estaba dispuesto a caminar toda la Provincia para poner de pie al peronismo.

En simultáneo, en Tres de Febrero Juan Zabaleta, acompañado por Agustín Rossi, una incorporación cantada en el futuro gabinete nacional estuvo en Tres de Febrero, también animando a buena parte de la dirigencia y militancia local que no está contenida por la nueva mesa del oficialismo presentada el lunes en La Plata.

Alejandro Cancelare

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